De los primeros gráficos pixelados que parecían hechos con legos a mundos virtuales increíblemente inmersivos, los videojuegos han cambiado como muy pocos imaginaban que podían hacerlo, historia de saltos exponenciales en tecnología y creatividad.
Cada generación de consolas abrió puertas a nuevas formas de jugar y este artículo es una invitación a recorrer ese camino, desde los juegos que marcaron la infancia de muchos hasta las experiencias que hoy desafían lo que entendemos por realidad.
Del Pong al Atari 2600
Todo empezó con un juego rudimentario, Pong: dos barras, un punto rebotando de un lado a otro de la pantalla y la posibilidad de jugar contra una persona. Corría 1972 y ese pequeño experimento marcó el inicio de algo enorme.
Sin embargo, la grandísima novedad llegó en 1977 con la Atari 2600. Esta consola llevó los videojuegos a casa con sus cartuchos intercambiables, que en tantas otras consolas veríamos después.
Más de 30 millones de personas se subieron a esa ola, y en consecuencia los videojuegos pasaron de ser curiosidades en arcades a algo central en el entretenimiento en familia.
El impacto de la Atari 2600 marcó el inicio de una industria que fue evolucionando hacia experiencias cada vez más complejas. Sin embargo, aunque los videojuegos han cambiado, la estrategia siempre ha sido clave. Por eso hay tantas guías online de estrategia Crazy Time, por ejemplo, así como de cualquier otro juego.
Era de los 8 bits
En los ochenta, la industria casi colapsa: parecía que los videojuegos eran una moda pasajera, hasta que llegó Nintendo. Su consola NES, que apareció en 1985, redefinió la industria para siempre.
Super Mario Bros y The Legend of Zelda hicieron que los jugadores disfrutaran de mundos muchísimo más grandes. Además, la posibilidad de guardar las partidas cambió las reglas del juego.
En 1990, el 90 % del mercado norteamericano era de Nintendo. Los videojuegos habían dejado de ser solo una diversión pasajera: se convirtieron en algo para explorar, vivir y de lo que hablar.
Llegada de los 16 bits
Con los 16 bits llegaron detalles que antes parecían imposibles. Basta de gráficos construidos con simples bloques, bienvenido el sonido que contaba historias. La Sega Genesis fue lanzada en 1988 y la SNES de Nintendo en 1990.
Los juegos no eran únicamente más bonitos, también comenzaron a narrar experiencias. Donkey Kong Country, por ejemplo, llevó hasta los límites lo que una consola podía hacer.
Sega y Nintendo competían, aunque la mayoría prefirió la SNES: se vendieron más de 49 millones de unidades. Los videojuegos demostraron que podían conmover tanto como cualquier otra forma de arte.
Paso a las tres dimensiones
La llegada de los 32 y 64 bits señaló el inicio de los videojuegos en tres dimensiones. Consolas como la PlayStation (1994) y la Nintendo 64 (1996) se dispusieron a escribir un nuevo capítulo y lo hicieron.
Super Mario 64 fue una revolución, debido a que dio a los jugadores la posibilidad de moverse en mundos tridimensionales. Por otro lado, Final Fantasy VII llevó la narrativa a un nivel desconocido con sus cinemáticas y una complejidad que antes eran impensables.
La PlayStation vendió más de 102 millones de unidades, un éxito sin precedentes. Su aparición redefinió lo que los videojuegos podían ofrecer en materia de mecánicas y experiencia de juego.
Era de los discos
Los cartuchos tenían los días contados: con la llegada de las consolas que usaban CD-ROMs, como la PlayStation y la Sega Saturn, los desarrolladores encontraron una forma más barata y eficiente de distribuir juegos.
Además, los discos podían almacenar hasta 650 MB, superando con creces los 16 MB de los cartuchos más avanzados. Esto permitió crear gráficos y bandas sonoras más complejas y narrativas más extensas y sofisticadas.
Si bien la Sega Saturn quedó rápidamente en la sombra, la Dreamcast marcó un punto relativamente significativo antes de la retirada de Sega del mercado de consolas.
Alta definición y conectividad
La PlayStation 2 y la Xbox fueron el punto de paso hacia la alta definición y la conectividad. Los gráficos alcanzaron niveles de detalle que acercaban los juegos a lo cinematográfico y se empezó a ofrecer la opción de comprar contenidos adicionales en línea.
Innovaciones en dispositivos de entrada y jugabilidad
De los simples botones de los primeros mandos al joystick analógico del Nintendo 64, cada innovación cambió la forma en que se jugaba. La introducción de la vibración con el DualShock de PlayStation añadió una nueva capa de inmersión, pero el gran salto llegó con el Wii Remote en 2006, que convirtió los movimientos del jugador en parte del juego.
Estas innovaciones ampliaron el público, atrayendo a quienes nunca habían jugado antes, lo que en parte explica la revolución que ha experimentado el mercado de los videojuegos.
La infinidad de los videojuegos
Desde esos primeros pocos píxeles hasta los mundos virtuales casi infinitos de hoy, cada avance en el desarrollo de los videojuegos es un reflejo del ingenio y la pasión de sus desarrolladores. Los videojuegos seguirán siendo cada vez mejores, porque siempre habrá nuevos horizontes desconocidos, nuevas aventuras por vivir, nuevas historias que contar.