Transformación Omnicanal, pagos en el transporte público y la revolución de la digitalización, el tradicional uso de tarjetas y efectivo en el transporte público está dando paso a una era de innovación: los pagos mediante reconocimiento facial, huella digital o escáner de iris. Este sistema no solo promueve la seguridad y la comodidad, sino que también reduce el fraude y la evasión de tarifas.
El proceso es ágil y seguro: el software verifica la identidad del pasajero comparando su información biométrica con una base de datos de usuarios autorizados, previamente registrados en el sistema. Sin embargo, la implementación de esta tecnología requiere actualización de infraestructura, integración de software y creación de una base de datos de usuarios.
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Con el creciente uso de billeteras digitales, tarjetas de débito y dinero electrónico, cada vez es menos común encontrar personas que utilicen efectivo para pagar servicios, especialmente en el transporte público. Según cifras recientes del DANE, diariamente se transportan al menos 529,4 millones de pasajeros en el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) de las principales ciudades de Colombia, lo que refleja una creciente demanda y la necesidad de soluciones de pago más eficientes.
A pesar de los beneficios potenciales, actualmente solo el 10% de los pagos en el transporte público se realizan con métodos digitales. Christian Cepeda, CEO y cofundador de Kuvasz (KVZ), señala que la adopción de pagos digitales puede mejorar la eficiencia del sistema en un 20%, además de proporcionar información valiosa para una movilidad más sostenible.
El avance hacia un modelo de pagos sin efectivo y basado en tecnología biométrica es evidente. Pruebas piloto lideradas por Asobancaria desde mediados de 2023 están explorando el uso de reconocimiento facial contra la base de datos oficial del país, lo que promete mejorar la experiencia del usuario, fortalecer la seguridad y eliminar trámites menos eficientes de autenticación.
El informe de Visa destaca la necesidad de una estrategia para implementar estas tecnologías en el transporte público, ya que actualmente el 83% de los proveedores carecen de ellas. Sin embargo, ciudades como Río de Janeiro y Ciudad de Guatemala han experimentado un aumento del 10% en las transacciones de los usuarios de transporte público que tienen acceso a estos métodos de pago.
Colombia se encuentra a la vanguardia en América Latina en la implementación de pagos digitales y biometría. Proyectos como el sistema de pago biométrico facial en TransMilenio en Bogotá y el sistema integrado de pago único en Medellín demuestran el compromiso del país con la innovación en el transporte público. Además, ciudades como Cali y Barranquilla están explorando tecnologías como buses eléctricos y taxis autónomos para mejorar la movilidad urbana.