Daniel Anzola y Lucas Jiménez, dos destacados talentos colombianos de Publicis Global Delivery, han desempeñado un papel crucial en la campaña global de Toyota para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, titulada “Start Your Impossible”. Esta campaña fue desarrollada en colaboración con Toyota Motor Company (TMC) y las agencias Saatchi & Saatchi y Dentsu, y representa un enfoque innovador en la forma en que Toyota se presenta al mundo. En lugar de centrarse en la venta de vehículos, la campaña pone de relieve a los atletas olímpicos y paralímpicos patrocinados por Toyota, así como a las comunidades que los apoyan, incluyendo entrenadores, familiares y aficionados. Esta nueva filosofía de movilidad de Toyota busca empoderar a las personas y resaltar que la verdadera movilidad va más allá del transporte, abarcando las conexiones humanas que nos unen.
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La inspiración detrás de esta campaña radica en la idea de que cada atleta, al igual que cada persona en el ámbito publicitario, tiene un trasfondo de apoyo que ha sido fundamental en su camino hacia el éxito. Lucas Jiménez destaca que detrás de cada competidor hay una comunidad que ha contribuido a su desarrollo, lo que hace que cada victoria sea un triunfo compartido. Esta perspectiva se traduce en los comerciales de la campaña, que muestran cómo el éxito de un atleta es también el éxito de todos aquellos que han estado a su lado a lo largo de su trayectoria. La campaña busca celebrar no solo a los atletas, sino también a las personas que han sido parte de su viaje, creando un mensaje emocional que resuena a nivel global.
Trabajar en un proyecto de tal magnitud ha sido una experiencia única para Anzola y Jiménez. Ambos creativos resaltan la importancia de haber tenido la oportunidad de viajar a otro continente para filmar los comerciales y conocer a los atletas en persona. Esta experiencia les permitió comprender la grandeza de estos deportistas, a quienes consideran «superhumanos». Además, la confianza que les brindaron los directores ejecutivos, como Jason Schragger y Marc D’Avignon, fue fundamental para su desarrollo profesional. La magnitud del proyecto y su proyección internacional cambiaron su mentalidad, llevándolos a pensar en un mensaje que pudiera resonar en diversas culturas y contextos alrededor del mundo.
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El mayor aprendizaje que Anzola y Jiménez obtuvieron de esta experiencia fue la importancia de la confianza en uno mismo y en las ideas. A pesar de sentirse abrumados al trabajar junto a creativos de renombre en la industria, se dieron cuenta de que el valor de una idea radica en su calidad y en el deseo de hacerla realidad. La experiencia les enseñó que, independientemente de los premios o reconocimientos, lo que realmente importa es la fuerza de la idea y la pasión detrás de ella. Esta lección les ha motivado a creer en su propio potencial y a entender que el deseo y la creatividad pueden superar cualquier barrera, convirtiéndose en el motor que impulsa el éxito en el mundo publicitario.