El Ejecutivo peruano ha promulgado la Ley n.° 32159, una normativa que regula de manera estricta el consumo de tabaco y productos de vapeo en el país, con el propósito de salvaguardar la salud de la población y reducir las enfermedades no transmisibles asociadas a estos productos. Esta ley, publicada en el diario oficial ‘El Peruano’, establece que está prohibido fumar y vapear en espacios cerrados de acceso público, lo que incluye establecimientos de salud, instituciones educativas, oficinas públicas y transportes públicos. La normativa exige que estos lugares se señalicen adecuadamente para informar a los usuarios sobre la prohibición y la naturaleza perjudicial de estas actividades.
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Además de restringir el consumo en espacios cerrados, la ley impone la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco y vapeo. Esta prohibición se extiende a publicaciones transfronterizas, asegurando que ninguna forma de promoción de estos productos sea accesible al público. Los empaques de estos productos deberán contener advertencias de salud que ocupen al menos el 70% de su superficie principal y deberán indicar que la venta está restringida a personas mayores de 18 años, contribuyendo a la educación sobre los riesgos asociados.
Particular énfasis se ha puesto en la protección de los menores, prohibiendo el uso de nombres atractivos en productos de tabaco y vapeo con saborizantes, así como la distribución de muestras o regalos promocionales relacionados. La ley busca prevenir la normalización del consumo de tabaco y productos relacionados entre las generaciones más jóvenes, creyendo que tales medidas ayudarán a contener el inicio del consumo de nicotina en este grupo demográfico vulnerable.
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La Ley n.° 32159 otorga atribuciones específicas a diversas entidades, incluyendo el Ministerio de Salud y los gobiernos locales, para garantizar el cumplimiento de estas regulaciones. Estas instituciones tendrán la responsabilidad de supervisar la implementación de la norma y aplicar las sanciones correspondientes a quienes no la respeten, asegurando así que se proteja la salud pública y se reduzca el impacto nocivo del tabaco y el vapeo en la sociedad peruana.