El cielo se oscurece, las marcas se iluminan: el eclipse solar como fenómeno de marketing
Un raro espectáculo astronómico está a punto de ocurrir: un eclipse solar total cruzará Norteamérica el 8 de abril de 2024. Pero más allá de la maravilla científica, este evento está generando una oleada de creatividad en el mundo del marketing. Las marcas, especialmente en Estados Unidos donde el próximo eclipse total no llegará hasta dentro de 20 años, están aprovechando esta oportunidad única para conectar con los consumidores y generar impacto económico.
Para muchos, presenciar un eclipse solar total es una experiencia única en la vida. La Luna oscurece por completo el Sol durante unos minutos, creando un espectáculo visual cautivador. En esta ocasión, la franja de totalidad, donde se podrá apreciar este fenómeno en su máximo esplendor, atravesará partes de México, Estados Unidos y Canadá. Pero para millones de personas que no se encuentren en esa zona, el eclipse parcial también será observable.
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Las marcas lo saben, y han visto en este evento una oportunidad para brillar. Especialmente las del sector alimenticio han desplegado toda su imaginación. Krispy Kreme ha lanzado la «Total Solar Eclipse Doughnut», una rosquilla con glaseado especial que evoca el fenómeno. Sunchips, por su parte, ofrecerá un sabor exclusivo de patatas fritas disponible solo durante los escasos minutos que dure el eclipse total. Smoothie King se suma a la fiesta con un batido temático «Eclipse Berry Blitz», mientras que MoonPie ofrece una edición especial de sus clásicas galletas rellenas, todo ello acompañado de un obsequio: gafas para poder ver el eclipse de forma segura.
Pero más allá de la comida, la fiebre del eclipse se extiende a otras categorías. La marca de gafas Warby Parker está regalando gafas especiales para la ocasión, tanto en sus tiendas como a los pasajeros de Delta Airlines que vuelen a las zonas donde mejor se podrá observar el fenómeno. Se espera que millones de personas se desplacen para presenciar el eclipse en su totalidad, generando un auténtico boom turístico. De hecho, en algunos lugares como Vermont se prevén transacciones por valor de 50 millones de dólares durante el evento y los precios hoteleros se han disparado.
Las marcas no han improvisado sus estrategias. Muchas, como Jeni’s Ice Cream, llevan meses planificando su jugada de marketing para el eclipse. Esta empresa ha creado un pack de cuatro helados con sabores inspirados en el espacio, «Punk Stargonaut», que se vende junto a gafas para ver el eclipse.
El eclipse solar del 8 de abril es una muestra de cómo los eventos culturales y sociales relevantes pueden convertirse en oportunidades clave para las marcas. No solo se trata de generar impacto económico a corto plazo, sino también de construir marca, conectar con los consumidores y generar conversaciones duraderas.
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Este fenómeno astronómico se transforma así en un escenario donde las marcas compiten por la atención del público con estrategias creativas e innovadoras. Desde productos temáticos hasta experiencias exclusivas, el eclipse solar se convierte en un recordatorio de que el cielo no es el único lugar donde brillan las estrellas.