La iniciativa Deep Rising ha lanzado una campaña innovadora llamada “La mayor disputa oceánica del mundo” con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre el impacto ambiental de la explotación minera del fondo marino. Esta campaña convierte las firmas de una petición en certificados NFT, asignando coordenadas específicas del océano a cada participante. La extracción de recursos del fondo marino está siendo promovida por ciertos países y empresas en busca de materiales como níquel y otros metales raros, esenciales para la fabricación de tecnologías sostenibles, lo que necesariamente entra en conflicto con la conservación del ecosistema marino.
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El fondo marino, especialmente en áreas como la Zona Clarion Clipperton (CCZ) en el Océano Pacífico, juega un papel crucial en la mitigación del cambio climático al ser un importante sumidero de carbono. Deep Rising ha dividido esta vasta área de más de 4,5 millones de kilómetros cuadrados en 8.100 millones de coordenadas GPS, argumentando que cada persona puede reclamar su coordenada como un acto de defensa para la humanidad y las futuras generaciones. Esta iniciativa apela a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que clasifica el fondo marino como patrimonio común de la humanidad, destacando la necesidad de su preservación.
Además de la creación de NFTs personalizados, que no son intercambiables con fines lucrativos, la campaña ha escogido la cadena de bloques MultiversX para acuñar los certificados. Esta cadena de bloques es reconocida por su mínima huella ecológica, realizando transacciones que emiten solo 0,04 gramos de CO2. Para reducir aún más la huella de carbono, Deep Rising utiliza un proceso de tokenización llamado Merkelización que disminuye el número de transacciones necesarias. Esta estrategia no solo permite registrar la contribución individual de cada participante de manera permanente, sino que también ayuda a fomentar una conciencia global sobre la protección de los océanos.
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La campaña culminará en la Asamblea General de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) en julio de 2025, donde Deep Rising presentará la voz unificada de todos los participantes exigiendo la protección del Artículo 136 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Además, la problemática de la explotación de los fondos marinos se aborda en el documental “Deep Rising”, narrado por Jason Momoa, que explora los intereses económicos involucrados y las soluciones necesarias para resguardar este vital ecosistema. Matthieu Rytz, director del documental, enfatiza la importancia de actuar ahora para evitar daños irreparables y proteger uno de los últimos ecosistemas prístinos del planeta.