La magia de crear comunidades
Hussam Sufan comparte su experiencia sobre la creación de comunidades y cómo estas pueden transformar vidas. Comienza hablando sobre su interés por aprender y cómo, en 2015, se sintió frustrado por la falta de información sobre importación desde China. Para resolver su necesidad, se acercó a un amigo experto en marketing digital, Sebastián, y juntos intercambiaron conocimientos. Este intercambio inicial fue el punto de partida para la creación de una comunidad.
Creación de la Comunidad
Sufan decidió crear un grupo en Facebook llamado «Yo te enseño, Tú me enseñas», donde la premisa era simple: aprender de otros y compartir lo que uno sabe. Publicaba solicitudes de ayuda sobre marketing y otros temas, y la comunidad comenzó a crecer rápidamente. En menos de un mes, el grupo alcanzó más de 15,000 miembros activos, lo que llevó a la organización de cursos sobre diversas temáticas, desde marketing hasta oratoria y coaching.
La comunidad se convirtió en un espacio vibrante donde las personas se reunían, compartían experiencias y aprendían unas de otras. Se realizaron actividades sociales, como bailar, jugar tenis y explorar cerros, lo que fortaleció los lazos entre los miembros. Sufan se sorprendió al ver que se ofrecieron más de 1,000 clases en todo Chile, y que la colaboración había generado más de 24,000 horas de enseñanza.
La Búsqueda de Conexión
A través de su experiencia, Sufan reflexiona sobre la naturaleza humana de buscar conexión y pertenencia. Las personas desean ser parte de algo más grande que ellas mismas, y esto se traduce en la creación de comunidades donde pueden compartir y aprender. La colaboración se convierte en un motor que impulsa el crecimiento y el aprendizaje colectivo.
Experiencia en Startups
Luego, Sufan comparte su transición al mundo corporativo y su trabajo en startups. Explica que las startups son empresas jóvenes que buscan resolver problemas mediante la tecnología y que a menudo requieren financiamiento en sus primeros años. Durante su tiempo en una startup de salud, se le ofrecieron «stock options», lo que le permitió tener una pequeña participación en la empresa. Esta experiencia le abrió los ojos a las posibilidades de inversión y crecimiento personal.
Sin embargo, también enfrentó desafíos. Al invertir en otra startup, perdió su inversión, lo que lo llevó a una reflexión profunda sobre la importancia de la colaboración y el aprendizaje. En lugar de rendirse, decidió crear un grupo de apoyo entre emprendedores e inversionistas, lo que resultó en la creación de un grupo de WhatsApp llamado «Startup Group». Este grupo conectó a fundadores con potenciales inversionistas y creció rápidamente, alcanzando más de 90,000 miembros en solo dos días.
Impacto de la Comunidad
La comunidad no solo facilitó la toma de decisiones informadas, sino que también generó un impacto significativo. Más de 100 personas encontraron empleo gracias a las conexiones establecidas en el grupo, lo que les permitió ayudar a sus familias. Sufan enfatiza que al crear una comunidad, uno no puede prever todo lo que sucederá, pero el potencial de impacto es inmenso.
Elementos para Crear una Comunidad
Sufan comparte tres elementos clave para crear una comunidad exitosa:
- Convocatoria Selectiva: Es importante invitar a personas que compartan intereses y objetivos similares. En su caso, eligió cuatro grupos de WhatsApp donde creía que había personas afines.
- Autorregulación de la Conversación: Permitir que la conversación fluya de manera natural sin forzar temas. Esto fomenta un ambiente más relajado y participativo.
- Escuchar a la Comunidad: Es fundamental ponerse en los zapatos de los miembros y entender sus necesidades. Esto ayuda a adaptar la comunidad a lo que realmente buscan sus integrantes.
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Sufan concluye su charla invitando a todos a crear espacios más humanos, ricos en conversación y respeto. La magia de las comunidades radica en su capacidad para generar conexiones improbables y permitir que surjan oportunidades inesperadas. Al final, enfatiza que es responsabilidad de todos crear estos espacios y fomentar una humanidad más colectiva.
La invitación final es clara: si sientes que hay una necesidad que no está siendo satisfecha, considera crear la comunidad que la aborde. La colaboración y el aprendizaje compartido pueden llevar a resultados sorprendentes y transformadores.