La agitación en el Mar Rojo ha desencadenado una serie de efectos dominó en el transporte marítimo global. Los prolongados tiempos de tránsito en las rutas asiáticas han anticipado el pico estacional de fin de año, aliviando la presión sobre la capacidad y provocando una relajación en los fletes.
Sin embargo, aunque los precios han disminuido en comparación con los niveles récord de 2019, factores como las tensiones laborales en Norteamérica y las congestiones portuarias en Asia podrían revertir esta tendencia. A pesar de la reciente incorporación de nueva capacidad, especialmente en las rutas transpacíficas, la volatilidad del mercado sigue siendo alta.»
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La dinámica de los fletes marítimos continúa siendo compleja y cambiante. Mientras que las rutas transpacíficas y transatlánticas experimentan una moderada disminución de las tarifas, los servicios hacia el Mediterráneo han registrado una caída más pronunciada.
Los fletes marítimos registran una caída significativa
Los fletes marítimos son altamente volátiles y están influenciados por una serie de factores, entre los que destacan:
- Demanda y oferta: La relación entre la demanda de transporte marítimo y la capacidad de la flota influye directamente en los precios. Un exceso de demanda puede elevar los fletes, mientras que un exceso de oferta los reduce.
- Rutas marítimas: Las distancias, los puertos de origen y destino, así como las condiciones climáticas de las rutas, impactan en los costos de transporte.
- Tipo de carga: El tipo de mercancía (a granel, contenedores, vehículos, etc.) y su valor influyen en el cálculo del flete.
- Tamaño del buque: Los buques de mayor capacidad suelen ofrecer tarifas más competitivas por contenedor.
- Combustibles: El precio de los combustibles marinos, principalmente el búnker, tiene un impacto directo en los costos operativos de las navieras y, por ende, en los fletes.
- Factores externos: Conflictos geopolíticos, desastres naturales, cambios en las regulaciones y políticas comerciales, así como fluctuaciones en los tipos de cambio, pueden generar volatilidad en los fletes.
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La reciente disminución de los fletes marítimos ofrece un respiro a las cadenas de suministro globales, pero no garantiza una estabilización a largo plazo.