La logística de última milla se vuelve verde: los vehículos eléctricos impulsan un futuro sostenible. La entrega de la última milla se ha convertido en un aspecto crucial de la cadena de suministro, especialmente en el auge del comercio electrónico. Satisfacer las expectativas de los consumidores de entregas rápidas, eficientes y sostenibles es un desafío constante para las empresas de logística. En este contexto, los vehículos eléctricos (VE) emergen como una solución prometedora para revolucionar este segmento.
Impacto positivo en el medio ambiente
Uno de los principales beneficios de los VE en la última milla es su reducción de emisiones de CO2. El transporte representa el 23% de las emisiones globales de CO2, y la adopción de VE puede contribuir significativamente a disminuir esta cifra.
Las empresas que ya están integrando flotas de VE, como DHL y SEUR, están observando una reducción considerable en sus costos operativos y de mantenimiento. Un estudio revela que un vehículo eléctrico es al menos un 30% más barato de mantener que uno de combustión interna.
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Ventajas operativas y de imagen
Más allá de la sostenibilidad ambiental, los VE ofrecen ventajas operativas y de imagen para las empresas:
Reducción del ruido: Un beneficio crucial en áreas urbanas densamente pobladas donde la contaminación acústica es un problema.
Acceso a zonas de bajas emisiones: Los VE pueden operar en áreas con restricciones ambientales, como Madrid Central, ofreciendo una ventaja competitiva.
Optimización de costos: El costo operativo de un VE es considerablemente menor que el de uno convencional, gracias al menor costo del «combustible» y al menor mantenimiento.
Mejora de la eficiencia: Las tecnologías de gestión de flotas permiten una mejor planificación y optimización de rutas, reduciendo los tiempos de entrega y aumentando la satisfacción del cliente.
Imagen corporativa responsable: Los consumidores valoran cada vez más las empresas comprometidas con la sostenibilidad.
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Desafíos y oportunidades
A pesar de sus numerosos beneficios, la adopción de VE en la última milla enfrenta algunos desafíos:
Alto costo inicial: Los VE pueden ser hasta un 50% más costosos que los vehículos convencionales.
Infraestructura de carga insuficiente: La falta de puntos de carga adecuados puede limitar la eficiencia de las operaciones.
Disponibilidad limitada de modelos: Pocos modelos de VE están específicamente diseñados para la logística de última milla.
Sin embargo, estos desafíos presentan oportunidades:
Subsidios y ayudas gubernamentales: Muchos países ofrecen incentivos para mitigar el alto costo inicial de los VE.
Desarrollo de la infraestructura de carga: Los gobiernos y las empresas privadas están invirtiendo en la expansión de la red de carga.
Innovación en el diseño de vehículos: Nuevos modelos de VE para reparto están entrando en el mercado, como el StreetScooter de DHL.
La logística de última milla se vuelve verde
El futuro de los VE en la logística de última milla es prometedor. La creciente conciencia sobre la sostenibilidad, las regulaciones ambientales más estrictas y el desarrollo tecnológico impulsan su adopción.
Se espera que el mercado de VE continúe creciendo, con una mayor variedad de modelos, mejoras en la infraestructura de carga y el apoyo de iniciativas gubernamentales como la del Servicio Postal de Estados Unidos, que planea adquirir 66,000 vehículos eléctricos de entrega.
Los VE tienen el potencial de revolucionar la logística de última milla, ofreciendo un futuro más sostenible, eficiente y responsable para las empresas y el planeta.