La distribución alimentaria reclama una legislación europea más equilibrada, Representantes de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) han mantenido una serie de reuniones con eurodiputados españoles en Bruselas para defender una legislación europea que fomente la competitividad de las empresas y, al mismo tiempo, sea realista y sostenible.
Las organizaciones del sector alimentario han expresado su preocupación por la creciente complejidad y el ritmo acelerado de las normativas europeas, que en ocasiones dificultan la actividad empresarial y pueden perjudicar a los consumidores. En este sentido, han pedido a los legisladores que prioricen la calidad sobre la cantidad, elaborando normas claras, concisas y fáciles de aplicar.
La distribución alimentaria reclama una legislación
Uno de los principales temas de debate ha sido el borrador del Reglamento contra la Morosidad, que propone limitar los plazos de pago a 30 días y eliminar la libertad para negociar condiciones comerciales. Asedas considera que esta propuesta, aunque bienintencionada, podría tener efectos negativos en la competitividad de las empresas de todos los tamaños y limitar la capacidad de negociación de las pequeñas y medianas empresas.
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Asimismo, las organizaciones del sector alimentario han mostrado su preocupación por el amplio paquete de medidas medioambientales que se están negociando en la Unión Europea. Si bien reconocen la importancia de la sostenibilidad, advierten que es necesario encontrar un equilibrio entre los objetivos ambientales y la viabilidad económica de las empresas. En este sentido, han pedido a los eurodiputados que tengan en cuenta las recomendaciones del Comité Económico y Social Europeo, que ha subrayado la necesidad de garantizar la capacidad de las empresas para realizar la transición hacia una economía más sostenible.
Las organizaciones de la distribución alimentaria
Felipe Medina, secretario general técnico de Asedas y ponente del dictamen sobre competitividad del CESE, ha destacado que «el Pacto Verde es un proyecto ambicioso y necesario, pero es fundamental que se implemente de forma gradual y realista, teniendo en cuenta las especificidades de cada sector económico». Medina ha añadido que «la distribución alimentaria juega un papel crucial en la alimentación de la población y en la dinamización de las economías locales, por lo que es esencial que se escuche su voz en la toma de decisiones a nivel europeo».
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Las organizaciones de la distribución alimentaria solicitan a los eurodiputados españoles que defiendan sus intereses y los de los consumidores, promoviendo una legislación europea que sea equilibrada, realista y que fomente la competitividad de las empresas sin poner en riesgo la sostenibilidad.