La automatización, la robótica y la inteligencia artificial (IA) están transformando el panorama laboral a nivel mundial. Si bien algunas tareas repetitivas serán automatizadas, esto también abrirá la puerta a nuevas oportunidades de empleo que demandarán nuevas habilidades y conocimientos.
El profesor del MIT, Yossi Sheffi, lo resume en tres puntos clave:
1. Desempeño de habilidades:
Ciertas habilidades ya no serán necesarias, mientras que otras se verán simplificadas gracias a la tecnología. Un ejemplo claro es el de los taxistas, quienes antes debían memorizar calles y rutas, pero ahora dependen de herramientas de navegación. Si bien esto reduce la necesidad de un conocimiento especializado, también puede implicar una menor remuneración.
2. Escalabilidad:
Las máquinas y la automatización permitirán hacer más con menos, optimizando procesos como el manejo de almacenes o la agricultura. Esto puede llevar a la eliminación de algunos puestos de trabajo, pero también a la creación de nuevos roles enfocados en la supervisión y el mantenimiento de estas tecnologías.
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3. Eliminación:
Ciertos trabajos, como los operadores de ascensores o los carteros, han quedado obsoletos gracias a la automatización. Si bien esto puede generar incertidumbre, es importante recordar que este proceso es gradual y que la tecnología, utilizada de manera responsable, puede crear nuevas oportunidades.
Los robots no reemplazarán a los humanos, sino que se convertirán en compañeros de trabajo. Las máquinas se encargarán de tareas repetitivas con alta precisión, mientras que los humanos aportarán su capacidad de análisis, toma de decisiones y resolución de problemas complejos.
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El futuro del trabajo: IA, robots y humanos trabajando juntos
La generación de IA (IA generativa) acelerará este proceso. Las máquinas aprenderán más rápido que los humanos, pero aún necesitarán de la supervisión y el control humano para evitar errores.
Es importante destacar que la desaparición de algunos trabajos será un proceso gradual. La tecnología debe implementarse con cuidado y responsabilidad, teniendo en cuenta el impacto en la fuerza laboral.
El futuro del trabajo no se trata de humanos vs robots, sino de colaboración. La clave estará en la adaptación, el aprendizaje y el desarrollo de nuevas habilidades para aprovechar las oportunidades que la IA y la automatización presentarán.