El e-commerce impulsa la logística y la digitalización en el retail y el gran consumo. El comercio electrónico sigue creciendo a pasos agigantados, y el retail y el gran consumo no son una excepción. El 21,5% de las compras en estos sectores ya se realizan por Internet, lo que ha impulsado la inversión en servicios de logística y transporte hasta los 4.500 millones de euros anuales.
Los compradores online tienen unas expectativas claras: no quieren pagar gastos de envío, buscan rapidez y flexibilidad en las entregas. Esto ha obligado a las empresas a reinventar sus operaciones, priorizando la inmediatez, la eficiencia y la digitalización.
Las devoluciones también están en auge: en 2023, el 36% de los compradores online devolvieron algún producto, cifra que ha aumentado al 42% en el primer trimestre de 2024. Las categorías más afectadas son la moda, el calzado y los complementos (60%), la electrónica (23%) y la informática (14%).
El e-commerce impulsa la logística y la digitalización en el retail
Para afrontar estos retos, surgen nuevas figuras como los «profesionales de la devolución». Su objetivo es monitorizar y estudiar las devoluciones para optimizar las operaciones, predecir la demanda y reaccionar a la volatilidad del mercado utilizando herramientas como el Big Data.
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Los lockers y puntos de conveniencia también están ganando terreno. En España hay 30.000, y permiten a los consumidores devolver productos sin tener que desplazarse a su domicilio.
La digitalización es clave para afrontar los retos de la logística inversa y la descarbonización. El Departament de Territorio de la Generalitat de Cataluña ha desarrollado una app interoperable para que las empresas no digitalizadas puedan gestionar sus envíos de forma digital de forma gratuita.
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Además, se está ejecutando el proyecto «Data Stations», que consiste en la instalación de Sistemas Inteligentes de Transporte para analizar el flujo de vehículos de transporte y medir sus emisiones.
En definitiva, el e-commerce está transformando el retail y el gran consumo, impulsando la inversión en logística, la digitalización y la aparición de nuevas figuras profesionales. Las empresas que se adapten a estos cambios estarán mejor posicionadas para el éxito en el futuro.
