El cibercrimen acecha: empresas a nivel mundial enfrentan un panorama de amenazas cada vez más complejo. Un nuevo estudio de Thales ha revelado que el 93% de las empresas a nivel mundial ha experimentado un aumento en las amenazas cibernéticas. Malware, phishing y ransomware encabezan la lista de los ataques más comunes, según la encuesta realizada a casi 3.000 profesionales de TI y seguridad.
En un contexto de incertidumbre económica y rápida evolución tecnológica, las organizaciones se enfrentan al desafío de cumplir con las regulaciones de seguridad al tiempo que protegen sus activos digitales. La creciente complejidad de los entornos en la nube, con un aumento significativo en el uso de aplicaciones SaaS, agrava aún más este panorama.
El cibercrimen acecha
La gestión de la seguridad en la nube se ha convertido en una prioridad para las empresas, con el 55% de los encuestados reconociendo su complejidad. El error humano sigue siendo una de las principales amenazas, ya que el 22% de los encuestados lo considera el riesgo más preocupante. Los ataques de ransomware también representan una amenaza significativa, con el 28% de las empresas habiendo sufrido al menos un ataque en el último año.
La IA generativa y la seguridad
La rápida adopción de la inteligencia artificial generativa ha introducido nuevos desafíos de seguridad. Si bien el 52% de las empresas ha invertido en herramientas de seguridad específicas para esta tecnología, la rápida evolución de la IA plantea preocupaciones sobre la capacidad de las organizaciones para mantener el ritmo. Los equipos de seguridad también están extendiendo su alcance a la tecnología operativa (OT) para proteger los dispositivos IoT, pero la falta de estándares y la complejidad de estos entornos presentan desafíos únicos.
Cumplimiento y confianza del cliente
Las iniciativas de seguridad y cumplimiento se están fusionando, con las empresas reconociendo la importancia de proteger los datos de sus clientes y cumplir con las regulaciones. Sin embargo, la clasificación y protección de datos sigue siendo un desafío, ya que casi el 70% de las empresas no pueden clasificar más del 50% de sus datos sensibles.
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La confianza del cliente se ha convertido en un factor crítico para el éxito empresarial. Los consumidores esperan que las empresas protejan sus datos personales y cumplan con las normas de privacidad. La gestión de identidades de clientes (CIAM) se ha vuelto una prioridad, pero la alta fricción en los procesos de verificación de identidad representa un obstáculo significativo.
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El panorama de amenazas cibernéticas es cada vez más complejo y dinámico. Las empresas deben adoptar un enfoque proactivo para proteger sus activos digitales y cumplir con las regulaciones. Esto implica invertir en tecnologías de seguridad, capacitar al personal, y desarrollar estrategias sólidas para gestionar los riesgos asociados con la nube, la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes.