Un informe revela que la inflación de octubre alcanzó su menor nivel
El Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) ha publicado su más reciente relevamiento sobre el proceso inflacionario en Argentina, revelando que octubre ha registrado la tasa de inflación mensual más baja en los últimos tres años. El estudio se basa en una recopilación exhaustiva de datos de consumo a través de escaneos de mercadería y análisis de tickets de compra. Este resultado marca un cambio notable en la tendencia inflacionaria, que ha afectado el poder adquisitivo y la economía del país en los últimos años.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) relevado por INDECOM para el mes de octubre se ubicó en un 2,9 %, siendo la primera vez desde 2021 que la inflación mensual cae por debajo del 3%. Este resultado representa una disminución del 0,7 % respecto al 3,6 % registrado en septiembre. De acuerdo con los expertos, esta desaceleración podría ser un indicio de que las políticas económicas implementadas recientemente comienzan a surtir efecto, aunque aún queda camino por recorrer para estabilizar la economía de forma sostenible.
Vea también: La batalla del consumo online: Canales en busca de nuevos clientes
Miguel Calvete, Director Ejecutivo de INDECOM, destacó: “Este último mes comenzó a mostrar el IPC aspiracional del programa económico del Gobierno Nacional”. La inflación del 2,9 % es significativa no solo porque marca un punto de inflexión, sino porque perfora el piso inflacionario más bajo en 36 meses. La última vez que se registró una cifra inferior fue en noviembre de 2021, cuando el IPC se ubicó en 2,5 %.
El informe se basó en datos recogidos entre el 1 y el 31 de octubre, analizando 37,154 tickets de compra en 1,978 puntos de venta en todo el país. Esta metodología, conocida como «Check Scan», permite obtener una muestra representativa del comportamiento de los precios y del consumo en diferentes sectores y regiones de Argentina.
A pesar de la baja inflación general, el análisis de los productos de la canasta básica de alimentos mostró una realidad algo distinta. Según el estudio, los productos más frecuentes en la mesa de los argentinos, aquellos consumidos de tres a cuatro veces por semana, experimentaron un aumento del 3,2 %, superando al nivel general del IPC. Específicamente, los alimentos y bebidas mostraron una suba semanal del 0,8 %, lo que indica una tendencia alcista en estos productos esenciales, en comparación con otros bienes y servicios.
Segmentos alimentarios diferenciados
El informe también desagrega la inflación por segmentos alimentarios, destacando una variación del 0,4 % en alimentos y bebidas no estacionales y un incremento del 1,1 % en productos de estación. Esto sugiere que, aunque la inflación general ha mostrado signos de desaceleración, la variabilidad estacional sigue impactando los precios de ciertos alimentos. Los productos de estación, que incluyen frutas y verduras, fueron los más afectados, lo que podría estar relacionado con factores climáticos y de oferta.
Uno de los aspectos más positivos del informe es el aumento en la expectativa de consumo para los próximos meses. Según Calvete, “en los próximos días se publicará un nuevo relevamiento que muestra un crecimiento muy favorable en la expectativa de los consumidores, marcado por la desaceleración inflacionaria y el estancamiento del tipo de cambio”. Esta mejora en la percepción de los consumidores, que ha crecido un 50 %, podría traducirse en un repunte de las ventas y del consumo, lo que sería un impulso positivo para la economía argentina, que ha estado luchando contra una recesión prolongada.
Recuperación de ingresos
Otro factor clave mencionado en el informe es la paulatina recuperación de los ingresos de los asalariados. La desaceleración inflacionaria ha permitido que los salarios mantengan un poco más su poder adquisitivo, un hecho que no se observaba desde hace varios trimestres. Si esta tendencia continúa, podría marcar el inicio de una recuperación más sólida del consumo interno, esencial para la reactivación económica.
A pesar de estos indicadores positivos, los desafíos para la economía argentina siguen siendo significativos. La inflación acumulada del año todavía se mantiene en niveles elevados, y el contexto internacional, junto con factores internos como la volatilidad del tipo de cambio, podría influir en los precios en el corto plazo. Además, la capacidad del gobierno para mantener la inflación controlada dependerá de su habilidad para manejar el gasto público y la política monetaria de manera eficiente.
El estudio de INDECOM también destaca que el entorno económico sigue presentando incertidumbres. A pesar de la baja inflación mensual en octubre, los consumidores y las empresas aún enfrentan presiones debido a los costos de producción, la escasez de ciertos productos y la persistente volatilidad en el mercado cambiario.
Impacto del tipo de cambio
El estancamiento del tipo de cambio en el último mes ha contribuido a estabilizar los precios, especialmente en los bienes importados. No obstante, cualquier ajuste en la política cambiaria podría revertir rápidamente esta tendencia. El manejo del tipo de cambio será fundamental para evitar un nuevo rebote inflacionario y asegurar que los precios sigan estabilizándose.
El informe de INDECOM ofrece una perspectiva optimista sobre la evolución de la inflación en Argentina, señalando una posible desaceleración sostenida si las condiciones económicas se mantienen estables. El dato del 2,9 % en octubre es alentador, pero es solo un primer paso. La inflación sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta el país, afectando a todos los sectores, especialmente a las familias de menores ingresos.
Calvete concluyó: “El uso de datos precisos y actualizados nos permite entender mejor el comportamiento del consumo y anticipar posibles cambios en los precios. Si podemos mantener esta tendencia de baja inflación, habrá una oportunidad real para consolidar la estabilidad económica y fomentar una recuperación del consumo en Argentina”.
Vea también: Estrategias para maximizar la conexión con consumidores al final del año
Las políticas económicas deberán enfocarse en mantener esta tendencia positiva y abordar los desafíos estructurales que aún persisten. De lograrse, los próximos meses podrían traer alivio tanto para los consumidores como para los comerciantes, y sentar las bases para un crecimiento económico más sostenible.
Con este informe, se evidencia un panorama mixto, con señales de recuperación en algunos aspectos del consumo, pero con desafíos persistentes que demandan atención continua por parte de las autoridades económicas y los sectores productivos del país. La inflación más baja de los últimos tres años es un buen indicio, pero queda mucho por hacer para asegurar una estabilidad duradera.