Según estudios, brasileños no compran marcas vinculadas a escándalos
En el mundo del consumo actual, la percepción de las marcas es fundamental para su éxito. Un reciente estudio de Nexus revela que un alarmante 60% de los brasileños elige evitar productos de marcas envueltas en escándalos relacionados con la falta de respeto y la discriminación, como el racismo y la homofobia. Este fenómeno refleja cómo la reputación corporativa influye en las decisiones de compra, un aspecto crucial para cualquier empresa que busque prosperar en el competitivo mercado actual.
La investigación de Nexus se centra en el impacto que tienen las acciones y declaraciones de las empresas sobre el comportamiento del consumidor. En los últimos dos años, el 47% de los brasileños ha dejado de comprar productos o servicios de empresas que han estado involucradas en incidentes de discriminación, mientras que este porcentaje se eleva al 59% si se consideran aspectos de cumplimiento normativo o posiciones políticas de las empresas.
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Estas estadísticas son reveladoras. En un entorno donde la información fluye rápidamente, la percepción pública puede cambiar en un instante. Los consumidores están cada vez más dispuestos a tomar represalias contra las marcas que consideran poco éticas. La reputación no solo se construye a través de la calidad de los productos, sino también por la conducta de la empresa en el ámbito social y ambiental.
Razones detrás del boicot
El estudio destaca varias razones que motivan a los consumidores a boicotear marcas. Entre ellas, las acusaciones de corrupción y fraude son las más citadas, alcanzando un 42%. Otras razones significativas incluyen el impacto ambiental negativo (32%), y las posiciones políticas de los ejecutivos que chocan con las creencias de los consumidores (26%). La nacionalidad extranjera de la empresa también juega un papel, ya que el 21% de los encuestados indicó que esto influía en su decisión de compra.
Los datos revelan que los consumidores con mayores ingresos son los más propensos a boicotear marcas. De aquellos que ganan más de diez salarios mínimos, un impresionante 82% ha dejado de consumir productos de marcas en al menos una de las situaciones mencionadas. Además, entre las personas autodeclaradas como parte de la comunidad LGBTQIAPN+, el 71% ha boicoteado marcas por motivos similares.
El poder de las redes sociales
La influencia de las redes sociales no puede subestimarse. El 19% de los brasileños no solo dejó de consumir productos de marcas cuestionadas, sino que también expresaron críticas en línea. Esta tendencia se refleja en el hecho de que el 40% de los encuestados ha dejado de seguir marcas tras recibir noticias negativas sobre ellas.
El entorno digital amplifica las repercusiones de las decisiones de las empresas. Las críticas en redes sociales pueden propagar rápidamente las quejas y comentarios negativos, lo que lleva a un efecto dominó en la reputación de la marca. El 66% de los brasileños reporta estar expuesto a comentarios que fomentan el boicot, y entre aquellos que ven este tipo de publicaciones con frecuencia, el 70% ha dejado de comprar en al menos una ocasión.
Los datos también indican que las generaciones más jóvenes, especialmente la Generación Z, son las más influenciadas por las campañas de boicot. Estos consumidores valoran la ética y la transparencia más que sus predecesores. Las prácticas comerciales poco éticas y el trato injusto a los empleados son factores clave que motivan a esta generación a evitar determinadas marcas.
La actitud crítica de los consumidores más jóvenes es un recordatorio para las empresas de que deben estar alineadas con los valores de su audiencia. En un entorno donde las redes sociales permiten que los consumidores se expresen y organicen movimientos de boicot, las marcas deben ser proactivas en la gestión de su reputación.
Marcelo Tokarski, director general de Nexus, enfatiza que la investigación muestra un consumidor cada vez más crítico, que se involucra en la reputación de las marcas tanto en línea como fuera de ella. Esto resalta la necesidad de que las empresas cuenten con estrategias de comunicación claras y coherentes, que refuercen su compromiso con la ética y la responsabilidad social.
Las marcas deben cuidar su imagen día a día, ya que una declaración desafortunada o una publicación incorrecta en redes sociales puede tener consecuencias devastadoras para su reputación. Las empresas deben ser conscientes de que los consumidores esperan un comportamiento alineado con sus valores y principios éticos.
El estudio de Nexus revela que un cambio en la percepción de la marca puede afectar gravemente su flujo de caja. Las empresas que no se alinean con las expectativas de sus consumidores corren el riesgo de perder su base de clientes. Por lo tanto, es esencial que las marcas sean proactivas en la gestión de su reputación, prestando atención a lo que se dice sobre ellas en el entorno digital y ajustando su comportamiento en consecuencia.
La gestión de la reputación es una responsabilidad compartida que implica a todos los niveles de la organización. Desde la alta dirección hasta el personal de atención al cliente, todos deben ser conscientes del impacto de sus acciones en la percepción pública de la marca.
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Los datos presentados en el estudio de Nexus son una llamada de atención para las marcas que operan en Brasil y más allá. La reputación es un activo invaluable que se construye con el tiempo, pero que puede desmoronarse en un instante. Los consumidores son cada vez más críticos y están dispuestos a actuar en función de sus valores y principios. En un mundo donde la información se comparte al instante, las marcas deben ser conscientes de que sus acciones tienen un impacto directo en su éxito.
La transparencia, la ética y la coherencia son fundamentales para mantener la lealtad del consumidor. Las empresas deben adaptarse a las nuevas expectativas y comportamientos de sus clientes, asegurando que sus valores se reflejen en todas sus actividades. Aquellas que lo logren no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en el complejo panorama del consumo moderno.