Proporción de inversión minorista en productos financieros sostenibles en España sigue baja
En el mercado español, los productos financieros sostenibles (PFS) se encuentran aún en una fase incipiente, representando solo un 6% de las inversiones de los consumidores minoristas, según el primer “Estudio sobre el comportamiento del inversor particular en el mercado de productos financieros sostenibles” presentado por la Cátedra Internacional de Finanzas Sostenibles de la UPF Barcelona School of Management y Triodos Bank, una entidad especializada en banca ética. La investigación destaca el limitado conocimiento sobre estos productos y subraya los desafíos que enfrenta el sector para consolidarse en el mercado español, a pesar del creciente interés por alternativas de inversión con enfoque en responsabilidad ambiental, social y de gobernanza (ESG).
El informe refleja que solo un pequeño porcentaje de los consumidores ha invertido en productos sostenibles y que, de estos, un 72% lo hace de forma puntual, sin una estrategia de inversión sostenida. La falta de claridad en los criterios ESG y el escaso conocimiento entre los consumidores son barreras significativas para el crecimiento de las finanzas sostenibles en España. Según Marcos Eguiguren, secretario general de UPF-BSM y director de la Cátedra Internacional de Finanzas Sostenibles, “la educación financiera sigue siendo un desafío urgente, ya que muchos inversores no comprenden plenamente los beneficios o riesgos asociados a los productos sostenibles”.
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La falta de estandarización en la evaluación de los criterios ESG genera confusión, lo que impacta negativamente en la confianza de los consumidores. Carolina Luis-Bassa, profesora investigadora de UPF-BSM y autora del estudio, destaca que la medición de criterios ESG no se ha desarrollado de forma equitativa, y mientras los aspectos ambientales son cada vez más comprensibles, los criterios sociales y de gobernanza aún presentan desafíos en términos de definición y estandarización.
A pesar de estas barreras, los inversores que eligen productos sostenibles consideran varios atributos al momento de decidir: la seguridad, la rentabilidad y la transparencia son los elementos más valorados. Este énfasis en la seguridad y la rentabilidad refleja que los consumidores siguen priorizando un rendimiento estable de su inversión sobre aspectos exclusivamente éticos o ambientales. Susana Cabada, directora de Personal Banking en Triodos Bank España, señala la necesidad de demostrar los beneficios de las finanzas sostenibles no solo desde una perspectiva ética, sino también como una inversión rentable y segura para los consumidores, con el objetivo de asegurar su alineación con el Acuerdo de París y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tipos de productos sostenibles: «light green» frente a «dark green»
El estudio subraya que, entre aquellos que invierten en PFS, un 42% lo hace en fondos de inversión etiquetados como “light green”, los cuales promueven características medioambientales o sociales sin compromisos de sostenibilidad estrictos. Solo el 21% invierte en fondos «dark green», que establecen objetivos de sostenibilidad más definidos. Además, un 35% de los inversores invierte en acciones de empresas consideradas sostenibles y otro 14% en planes de pensiones con características sostenibles, lo cual señala un interés creciente, aunque aún minoritario, por opciones de inversión con mayor rigor ambiental y social.
El informe describe al inversor en productos financieros sostenibles como una persona entre 35 y 54 años, con estudios relacionados en economía y administración de empresas, y con ingresos anuales superiores a los 25,000 euros. Este grupo, aunque pequeño, muestra una tendencia hacia la diversificación de su cartera con productos sostenibles que representan entre el 6% y el 20% de su inversión total. La preferencia por estos productos también está influenciada por valores personales relacionados con la ética y la responsabilidad social.
La falta de estandarización en la evaluación de los criterios ESG es una de las principales razones por las que muchos inversores se muestran escépticos. Esta carencia de estándares en la medición y reportes de sostenibilidad ha desatado un debate sobre la efectividad real de los criterios ESG como factores para gestionar riesgos y maximizar retornos a largo plazo. Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, señala la importancia de promover prácticas de inversión sostenibles y responsables, con el apoyo de instituciones y reguladores, para que los gestores de activos puedan adaptarse a las crecientes exigencias de sostenibilidad y transparencia.
Uno de los hallazgos relevantes del estudio es que los medios principales de información para los productos financieros sostenibles son el personal de las agencias bancarias y asesores financieros. Esto refleja que, para muchos consumidores, la asesoría directa sigue siendo crucial para comprender y elegir entre las opciones de inversión sostenible. Este canal de venta directa también muestra que la complejidad del mercado de productos sostenibles hace que los consumidores dependan de asesoría especializada para evaluar las opciones disponibles, lo cual podría explicar en parte la baja penetración de estos productos.
A medida que los consumidores toman conciencia del impacto de sus decisiones de inversión en el medio ambiente y la sociedad, el mercado de productos financieros sostenibles tiene un potencial de crecimiento significativo. Sin embargo, este crecimiento dependerá en gran medida de la capacidad del sector financiero de mejorar la educación de los consumidores y ofrecer productos claros, transparentes y alineados con criterios ESG estandarizados. La pedagogía y la regulación jugarán un papel fundamental en facilitar que los inversores se sientan cómodos adoptando productos sostenibles y comprendan los beneficios a largo plazo de estas inversiones.
Para que España alcance sus objetivos de sostenibilidad, será fundamental fomentar una mayor inversión en productos verdaderamente sostenibles y avanzar hacia una regulación más estricta que respalde los criterios ESG. Además, las entidades bancarias y otros actores financieros deben esforzarse en comunicar de manera transparente los beneficios de los productos sostenibles, proporcionando a los inversores minoristas la confianza necesaria para integrar criterios de sostenibilidad en sus decisiones de inversión.
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El bajo porcentaje de inversión en productos financieros sostenibles en España revela un camino aún por recorrer para que el mercado de PFS se integre de manera sólida en las carteras de inversión minorista. Sin embargo, con un enfoque en educación, regulación y transparencia, las finanzas sostenibles tienen el potencial de transformar el sector y alinearse con los objetivos globales de desarrollo sostenible. Es crucial que tanto las entidades bancarias como los reguladores impulsen una estrategia de crecimiento responsable para aumentar la adopción de PFS, especialmente entre los consumidores minoristas, quienes pueden desempeñar un papel importante en la transición hacia una economía más verde y justa.