Las redes sociales marcan la diferencia en las compras del buen fin
El Buen Fin es uno de los eventos comerciales más esperados en México, considerado como el equivalente al Black Friday en Estados Unidos. Para el 2024, los estudios recientes revelan un cambio importante en el comportamiento del consumidor: las redes sociales tienen una influencia determinante en la toma de decisiones de compra, especialmente entre los millennials. Un análisis realizado por Adyen, una plataforma global de tecnología de pagos, muestra datos que ofrecen una perspectiva clara sobre las tendencias y desafíos para este año.
El impacto de las redes sociales en las decisiones de compra es indiscutible. Según el estudio Adyen Index – Digital Report 2024, el 90% de los consumidores en México afirman que sus elecciones están influenciadas por plataformas como Instagram, Facebook y TikTok. La cifra es aún más significativa entre los millennials, donde el porcentaje sube al 94%. Esto sugiere que la interacción digital y el contenido visual juegan un papel crucial a la hora de generar interés y deseo por los productos.
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Las redes sociales se han convertido en un escaparate virtual donde los consumidores descubren productos, consultan opiniones y comparan precios antes de realizar una compra. Los influencers y creadores de contenido también tienen un peso considerable, ya que sus recomendaciones suelen ser vistas como auténticas y confiables, lo que fortalece la decisión de compra.
Conveniencia, ahorro de tiempo y disponibilidad inmediata
El análisis de Adyen indica que los principales factores que impulsan la compra digital son la conveniencia (53%), el ahorro de tiempo (52%) y la disponibilidad inmediata del producto (39%). Durante el Buen Fin, estos elementos se vuelven aún más relevantes, ya que los consumidores buscan aprovechar las ofertas y promociones de manera rápida y eficiente.
Uno de los puntos destacados es la preferencia de los consumidores por la disponibilidad inmediata de los productos. Esto podría estar relacionado con las malas experiencias vividas durante la pandemia, cuando muchos usuarios enfrentaron problemas de inventario y retrasos en las entregas. Hoy en día, los compradores esperan que lo que ven en línea esté disponible de forma inmediata, lo que representa un reto para los minoristas que deben gestionar sus inventarios con precisión.
A pesar del entusiasmo de los consumidores, los minoristas enfrentan varios desafíos para cumplir con las expectativas durante el Buen Fin. La encuesta realizada por Adyen a 400 empresas digitales en México reveló que el 50% de los minoristas globales encuentran difícil actualizar constantemente la oferta de productos. Además, captar a los clientes que solo visitan el sitio ocasionalmente es otro reto importante (43%).
En México, se observan retos específicos como la necesidad de ofrecer diversos métodos de pago (41%), un desafío que es incluso más relevante que en otros mercados globales (38%). Los consumidores mexicanos tienen preferencias claras y diversas en cuanto a formas de pago, y un 39% de ellos abandonaría una compra si no puede pagar de la manera que desea.
La personalización de la experiencia de compra se ha convertido en un factor diferenciador. Según el informe, el 50% de los consumidores mexicanos afirmaron que permanecerían fieles a las marcas que ofrecen descuentos personalizados. Esto indica que los minoristas deben invertir en tecnologías y estrategias que les permitan conocer mejor a sus clientes y ofrecer ofertas adaptadas a sus necesidades y gustos.
Anna Aguilar, VP Comercial de Adyen México, comentó: “El ritmo de las compras en México es cada vez más dinámico, especialmente en temporadas clave como El Buen Fin, donde las expectativas de los consumidores están al máximo. Los minoristas deben estar preparados para cumplir con estas expectativas, ofreciendo una experiencia de compra fluida y flexible”.
Aunque la personalización es clave, muchos minoristas enfrentan obstáculos económicos para implementarla de manera efectiva. El estudio señala que el 26% de los comercios en México citan la inflación como una barrera importante, mientras que el 17% menciona los requisitos normativos de los distintos mercados. Estos factores limitan la capacidad de las empresas para invertir en herramientas y estrategias de personalización, afectando su competitividad en el mercado.
“La búsqueda de eficiencia es una realidad para las empresas. Ofrecer buenas experiencias, ya sea durante o después del Buen Fin, depende en gran medida de hacer lo básico con excelencia”, añade Aguilar. Esto implica el uso inteligente de los datos para anticipar el comportamiento de los consumidores y mejorar la experiencia de compra, algo que se vuelve esencial en el pico de ventas de fin de año.
El análisis de datos se ha convertido en una herramienta fundamental para los minoristas. Según el informe, el 89% de los minoristas creen que el análisis de los datos de pago les ayuda a comprender qué métodos de pago ofrecer a los clientes, aumentando así la eficiencia operativa. Además, el 73% de los comercios utiliza esta información para entender mejor el comportamiento de los consumidores, lo que les permite ajustar sus estrategias y mejorar la experiencia del cliente.
Los datos de pago no solo ofrecen información sobre las preferencias de los consumidores, sino que también ayudan a los minoristas a identificar tendencias y anticipar demandas. Durante eventos como el Buen Fin, esta capacidad de análisis puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, permitiendo a las empresas adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado.
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El Buen Fin 2024 promete ser una edición marcada por la digitalización y el poder de las redes sociales. Los consumidores, especialmente los millennials, están más influenciados que nunca por el entorno digital, y esperan una experiencia de compra rápida, conveniente y personalizada. Para los minoristas, esto significa adaptarse a estas nuevas expectativas, ofreciendo una amplia gama de métodos de pago, manteniendo el inventario actualizado y utilizando datos para personalizar la oferta.
A pesar de los desafíos económicos, las oportunidades son claras: aquellos minoristas que logren integrar el análisis de datos en su estrategia comercial y que puedan ofrecer una experiencia fluida y satisfactoria a sus clientes, estarán en una posición ventajosa para captar la atención del consumidor digital. En este sentido, el Buen Fin se presenta no solo como una oportunidad de ventas, sino como un campo de prueba para las estrategias de compra digital que dominarán el futuro del comercio minorista en México.