Estudio revela que el 90% de las familias argentinas están endeudadas
El endeudamiento de las familias argentinas es una realidad creciente que afecta a una amplia mayoría de la población. Según un informe del Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de la Provincia de Córdoba, el 93 por ciento de los hogares argentinos tiene algún tipo de deuda. Este estudio, basado en 4200 encuestas realizadas en todo el país, revela que la situación financiera de las familias argentinas es cada vez más precaria, obligándolas a recurrir a diferentes formas de endeudamiento para cubrir sus necesidades básicas.
Una de las principales fuentes de deuda es la tarjeta de crédito. Más del 25 por ciento de las familias se endeudan a través de este medio, utilizando la tarjeta principalmente para la compra de alimentos. El informe señala que el 54 por ciento de las deudas contraídas con tarjeta de crédito se destina a la adquisición de alimentos, seguido por la carga de combustible, que se encuentra a casi 40 puntos porcentuales de distancia.
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El informe también destaca que, además de las tarjetas de crédito, las familias argentinas recurren a otras formas de endeudamiento, como préstamos bancarios, servicios prepagos, préstamos informales y fiados. Un preocupante 60 por ciento de las personas tiene entre dos y tres obligaciones financieras simultáneas, lo que refleja una situación de alta vulnerabilidad económica.
Ariel Wilkis, autor del libro “Una historia de cómo nos endeudamos. Créditos, cuotas, intereses y otros fantasmas de la experiencia argentina”, explica que el endeudamiento se ha convertido en una práctica habitual en Argentina debido a la caída de los ingresos y la alta inflación. «En el contexto que nos encontramos con caída fuerte de los ingresos, diferentes tipos de endeudamiento se transforman en prácticas habituales en Argentina», señala Wilkis.
El impacto de la inflación y los bajos ingresos
La alta inflación y los bajos salarios son factores clave que impulsan a las familias a endeudarse. Según estimaciones del Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas, una familia de cuatro integrantes necesitó más de un millón de pesos en junio para no caer en la pobreza. Ante esta realidad, muchas familias recurren a la deuda como una necesidad más que como una opción.
El último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre los supermercados también refleja esta tendencia. Las ventas en supermercados cayeron casi un 10 por ciento en comparación con mayo de 2023, y las tarjetas de crédito fueron el principal medio de pago utilizado, representando el 44,1 por ciento de las compras. Esto subraya la creciente dependencia de las familias argentinas en el crédito para cubrir sus necesidades básicas.
A pesar de las cifras oficiales que indican un bajo endeudamiento de las familias en relación con el Producto Bruto Interno (PBI), la realidad es que muchas deudas no se reflejan en las estadísticas formales. «El sector financiero le presta muy poca plata a las familias en la Argentina, en comparación con otros lugares del mundo. Entonces, es lógico pensar que las familias están desendeudadas. Sin embargo, las estadísticas no relevan todo el universo de deudas que no están representadas por esos indicadores oficiales», destaca Wilkis.
Esta situación se evidencia en la proliferación de anuncios de préstamos rápidos y dinero en efectivo en los centros urbanos. Desde casas de préstamos hasta tiendas de ropa y electrodomésticos, todas ofrecen soluciones financieras instantáneas, reflejando la creciente demanda de crédito en la sociedad argentina.
Las dinámicas de endeudamiento en Argentina son variadas y complejas. Las familias combinan diferentes tipos de deudas, haciendo malabares para llegar a fin de mes. «Las dinámicas de endeudamiento son heterogéneas y los hogares las mezclan, hacen malabares con diferentes deudas. Una con el banco, una con la tarjeta, otra con un familiar o el comercio de la esquina. Así, las familias pedalean para llegar a fin de mes y resolver diferentes obligaciones financieras», afirma Wilkis.
Del largo al corto plazo
El libro de Wilkis, “Una historia de cómo nos endeudamos”, traza un recorrido por las experiencias de deuda de las personas en Argentina desde el regreso de la democracia hasta la actualidad. En estos 40 años, la función del crédito ha cambiado drásticamente. El crédito, que solía ser una herramienta para inversiones a largo plazo, como la compra de viviendas, se ha transformado en una solución para el consumo inmediato y la supervivencia diaria.
«En ese marco histórico, lo que se ve es que el mercado de crédito se reduce y se modifica. Así, deja de utilizarse para inversiones a largo plazo como compras de vivienda y los créditos hipotecarios casi que desaparecen. A su vez, crecen las posibilidades de acceso al crédito para el consumo inmediato que permite llegar a fin de mes», explica Wilkis.
Esta transformación del mercado de crédito refleja un cambio en las expectativas de ascenso social y futuro en Argentina. «De alguna manera, la dinámica del mercado de crédito acompaña la transformación de expectativas de ascenso social que fueron cayéndose, que fueron limitándose, que fueron volviéndose cada vez más estrechas en los últimos 40 años. El mercado de crédito dice mucho de cómo la sociedad argentina se relaciona con sus expectativas de crecimiento y de un futuro mejor», concluye Wilkis.
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El endeudamiento en Argentina es un fenómeno complejo y multifacético que refleja las profundas dificultades económicas que enfrenta la población. Con un alto porcentaje de familias endeudadas, la deuda se ha convertido en una herramienta esencial para la supervivencia diaria en un contexto de inflación persistente y bajos ingresos.