Estudio afirma que la IA filtrará el comportamiento del consumidor del futuro
Un estudio reciente de Dentsu, una agencia japonesa de marketing, publicidad y comunicación, ha revelado cómo podría ser el consumidor del futuro y las estrategias que las marcas deben adoptar para ser exitosas en este nuevo panorama. Durante el evento Dentsu Day, se presentó el estudio «Consumer Vision 2035 / Visión de los Consumidores para el 2035», que ofrece una visión detallada de las transformaciones tecnológicas, culturales y de expectativas que definirán el futuro de la publicidad y el comercio.
La Inteligencia Artificial Predictiva: El gran perfilador del consumidor del futuro
El estudio de Dentsu destaca que la inteligencia artificial predictiva será crucial para definir al consumidor del futuro. Esta tecnología permitirá a las personas experimentar con nuevas personalidades y externalizar sus vivencias. Los datos personales se convertirán en una valiosa propiedad intelectual, utilizada para crear avatares de IA que representen fielmente a las personas reales.
Aunque muchos consumidores estarán dispuestos a compartir sus datos a cambio de beneficios, otros buscarán proteger ciertos aspectos de sus vidas. La privacidad se convertirá en un lujo y eventualmente en un derecho humano básico. Los consumidores deberán decidir qué partes de su personalidad compartir públicamente, ya que cada gesto podría formar parte de su «yo eterno» digital.
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Actualmente, el 80% de los consumidores globales creen que tienen derechos sobre los datos que las marcas, plataformas y gobiernos recopilan sobre ellos. Este cambio hacia la agencia de datos impulsará a más empresas a desarrollar servicios que permitan a los consumidores almacenar y monetizar sus datos personales. Ya existen empresas emergentes, como Delphi AI, que clonan digitalmente personalidades humanas utilizando datos existentes, permitiendo a los consumidores preservar una copia de sí mismos o recrear clones de personas fallecidas.
Con el aumento de las experiencias en línea, la actitud de los consumidores hacia la expresión personal está cambiando. Según el estudio global, el 50% de los encuestados está de acuerdo con la afirmación de que preocuparse por la opinión de los demás les impide experimentar cosas nuevas. Esto afecta directamente cómo se comportan en línea y sus expectativas de las plataformas sociales.
El 48% de los primeros adoptantes de tecnología se preocupan por la percepción de sus publicaciones en redes sociales, comparado con el 36% del promedio global. En el futuro, los consumidores buscarán experimentar sin ser monitoreados, deseando espacios y canales donde puedan expresarse libremente. Plataformas como Modulate, que utiliza IA para moderar y reducir la toxicidad en los chats de voz en videojuegos, están surgiendo para satisfacer esta necesidad.
Las marcas inteligentes colaborarán con consumidores y creadores para limitar la recopilación invasiva de datos y ofrecer a los usuarios mayor control sobre su identidad digital. El 71% de los consumidores globales quiere tener más control sobre la información personal que proporcionan a las empresas y cómo se almacena. A medida que la IA continúe extrayendo información de dominios públicos, el deseo de filtrar quién puede ver nuestros perfiles en línea aumentará. El 74% de los consumidores globales desea una interfaz única para gestionar qué aspectos de sus datos personales se comparten con plataformas y personas.
El consumidor del futuro recalibrará sus conexiones sociales, valorando aquellas que combatan la soledad y apoyen el bienestar integral. Actividades que antes se realizaban en solitario, como el ejercicio o la meditación, se socializarán para mejorar el bienestar mental y mantener amistades.
Nuevas formas de comunicación, tanto tecnológicas como analógicas, permitirán a las personas expresar opiniones, experiencias y estados de ánimo de manera más instantánea. Esto transformará la forma en que los consumidores interactúan y se relacionan. La dependencia tecnológica está disminuyendo las habilidades sociales, creando una necesidad urgente de reentrenar estas habilidades esenciales.
Un promedio global del 27% de los consumidores se siente en riesgo de soledad, cifra que aumenta al 40% entre la Generación Z. En el futuro, más actividades se realizarán en compañía, permitiendo a los consumidores mantener conexiones mientras alcanzan sus metas personales. Incluso podríamos ver a médicos recomendar actividades sociales como medidas prescriptivas.
La tecnología continuará ayudando a las personas a discernir las intenciones y estados de ánimo de los demás durante las interacciones en persona. El 64% de los encuestados desea que la tecnología les ayude en este aspecto, creando la necesidad de soluciones que permitan a las personas señalar rápidamente sus estados de ánimo, necesidades e intereses.
Este tipo de tecnología facilitará interacciones más significativas y auténticas, a medida que las personas busquen conectarse de manera más profunda y honesta. Las marcas que inviertan en estas tecnologías y las integren en sus estrategias de comunicación estarán mejor posicionadas para ganar la lealtad de los consumidores.
Para 2035, los consumidores buscarán experiencias que les permitan sentir un rango emocional más amplio, alejándose de entornos excesivamente optimizados. Emociones extremas como la alegría, el miedo y la sorpresa serán altamente valoradas, ya que los consumidores querrán sentir que están vivos y no simplemente siguiendo una rutina.
En un mundo cada vez más controlado por la tecnología, las experiencias que generen emociones viscerales serán especialmente atractivas. El deseo de experimentar cosas fuera de lo común y arriesgadas crecerá, especialmente entre la Generación Z, donde el 31% siente la necesidad de hacer cosas peligrosas o prohibidas.
Un segmento de consumidores rechazará la tecnología avanzada en favor de lo analógico. Los productos y servicios libres de IA serán codiciados, ya que los objetos físicos se volverán más valiosos en un mundo digital. El 51% de los consumidores globales desean poseer más cosas físicas de las que tienen actualmente.
Para 2035, los medios físicos y los servicios humanos completamente analógicos aumentarán como una forma de resistencia a un paisaje digital predominante. Ejemplos de esta tendencia ya se ven con el resurgimiento de los DVDs y la música en vinilo, donde los consumidores buscan preservar y disfrutar de medios en su forma original.
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El estudio de Dentsu indica que las marcas exitosas del futuro deberán empoderar a los consumidores, permitiéndoles controlar su identidad y cómo se usa su información. La creación de contenido será fundamental para generar confianza y lealtad. Las marcas deben actuar como guardianes del bienestar social, facilitando conexiones significativas y apoyando la reentrenamiento de habilidades sociales esenciales.
En sectores como el lujo, el futuro de las marcas será visceral, enfocándose en provocar emociones intensas y ofrecer experiencias extremas. Las marcas que comprendan y se adapten a estos cambios en el comportamiento del consumidor estarán mejor posicionadas para triunfar en el panorama de 2035.