¿Está el consumidor español agotado o comenzando a recuperarse?
El consumidor español atraviesa una etapa de incertidumbre, marcada por señales contradictorias que hacen difícil determinar si el panorama económico está en vías de recuperación o enfrentando un deterioro más pronunciado. Por un lado, hay datos que invitan al optimismo, como el crecimiento en los volúmenes de compra en el sector de gran consumo, mientras que por otro, la confianza del consumidor está en mínimos históricos y los hábitos de ahorro aún predominan.
Indicadores de recuperación
El Informe de Gran Consumo de Circana, publicado recientemente, arroja luz sobre una recuperación en las ventas por volumen, con un aumento interanual del 4,1% en octubre. Este crecimiento es liderado por la alimentación (40%) y productos frescos (30,5%), reflejando una tendencia positiva en categorías básicas. Además, un 79% de las categorías analizadas muestran incrementos en volumen, destacándose platos preparados refrigerados (+14%) y ambientadores para el hogar (+12%).
Esta recuperación en el volumen indica que los consumidores están retomando ciertas compras, impulsando el crecimiento del sector más allá del incremento de precios, que apenas creció un 2%. Alexandre Bompard, presidente de Grupo Carrefour, señaló recientemente que los productos orgánicos están mostrando signos de recuperación, lo que puede interpretarse como un regreso al consumo de productos de mayor valor añadido.
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Sin embargo, el Índice de Confianza del Consumidor del CIS refleja un panorama más sombrío. En octubre, la confianza cayó a su nivel más bajo en siete meses, debido a percepciones negativas sobre la situación actual (-6,8 puntos) y las perspectivas futuras (-3,6 puntos). Esto se suma a las dificultades que enfrentan los consumidores de menor poder adquisitivo, quienes, según el informe de Circana, siguen limitando sus compras a cestas más pequeñas y priorizando productos básicos.
El fenómeno del downtrading, donde los consumidores optan por productos de gama más baja, sigue siendo una estrategia habitual para enfrentar la inflación. Además, casi la mitad de los españoles ha dejado de comprar ciertos productos que solía adquirir, un claro indicio de que la recuperación económica no es homogénea.
Factores que complican el panorama
El encarecimiento de la cesta básica, sumado al aumento de los tipos de interés, afecta de manera desproporcionada a las familias con menores ingresos. Este segmento enfrenta mayores dificultades para llegar a fin de mes, una problemática similar a la observada en Estados Unidos, según declaraciones de la cadena Dollar General.
El futuro de este grupo dependerá de factores como la evolución de los tipos de interés y el poder adquisitivo de los salarios en los próximos meses. Si bien se esperan descensos en las tasas de interés que podrían aliviar las hipotecas, la recuperación salarial aún es incierta.
¿Optimismo o cautela?
El dilema que enfrentan empresarios y analistas es cómo interpretar estos datos contradictorios. Aunque el aumento en los volúmenes de compra es alentador, la persistencia de estrategias de ahorro y la baja confianza del consumidor sugieren que la recuperación aún no está consolidada.
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En palabras de Doug McMillon, consejero delegado de Walmart, «estamos en una época confusa». España no es la excepción, y el rumbo de los próximos meses dependerá de la capacidad de los consumidores de adaptarse y de las políticas económicas que puedan aliviar las tensiones en los hogares más vulnerables.