El consumo sigue en baja con una caída del 15,7% en julio
El consumo sigue mostrando señales de debilidad en el sector minorista, con una caída del 15,7% en las ventas durante el mes de julio. Este descenso se debe principalmente a la falta de ventas y los altos costos de producción, que continúan afectando la rentabilidad de los comercios. Según un relevamiento reciente, la necesidad de reducir impuestos nacionales, provinciales y municipales es cada vez más apremiante para devolver algo de dinamismo al sector.
Actualmente, los planes de financiamiento han aportado algo de movimiento al mercado, pero su impacto es limitado. La gente muestra una menor disposición a endeudarse, especialmente si las cuotas conllevan interés, aunque este sea bajo.
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Todos los rubros medidos registraron bajas en la actividad de julio, siendo las más acentuadas en farmacias y perfumerías. En el rubro de alimentos, las ventas bajaron un 20,9% anual en julio a precios constantes y acumulan una caída del 21,7% en los primeros siete meses del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual, disminuyeron un 2,5%. El ramo de bebidas fue el más golpeado, con un desplome significativo en las ventas.
En tanto, en las farmacias, las ventas retrocedieron un 26,4% anual en julio y acumulan una disminución del 29,2% en los primeros siete meses, comparado con el mismo periodo del año anterior. En la medición intermensual, descendieron un 2,8%. En el rubro de perfumerías, el descenso fue aún más pronunciado, con una baja del 32,6% anual a precios constantes, acumulando una caída del 32,5% en los primeros siete meses del año en comparación con 2023. En la medición intermensual, la merma fue del 2,4%.
El relevamiento indica que la falta de ventas sigue siendo el principal problema de los comercios minoristas. La combinación de factores económicos adversos, como la inflación, la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores y los altos costos de producción, ha generado un escenario complicado para el sector. Las empresas reclaman la necesidad de reducir impuestos para mejorar la rentabilidad y estimular el consumo.
Los altos costos de producción, impulsados por el incremento en los precios de las materias primas y los insumos, han afectado directamente a los comerciantes. A esto se suma la carga impositiva, que representa un obstáculo significativo para mantener la competitividad y la rentabilidad en el mercado.
El impacto de la caída del consumo se refleja en todos los rubros medidos. En el caso de los alimentos, la disminución del 20,9% en las ventas anuales de julio es un claro indicador de la reducción en el poder de compra de los consumidores. Este rubro, que incluye productos de primera necesidad, muestra cómo la crisis económica afecta directamente a los hogares.
El desplome en el ramo de bebidas, uno de los más golpeados, refleja una disminución en el consumo de productos que, si bien no son de primera necesidad, forman parte del gasto habitual de las familias. La caída en este sector es un síntoma de la contracción económica y la cautela de los consumidores al momento de gastar.
Farmacias y perfumerías
Las farmacias y perfumerías son los rubros que presentan las mayores caídas en las ventas. En las farmacias, la disminución del 26,4% anual en julio y del 29,2% en los primeros siete meses del año es preocupante, considerando que se trata de un sector vinculado a la salud y el bienestar. La reducción en la compra de medicamentos y productos farmacéuticos puede tener implicaciones significativas para la salud pública.
Por su parte, el rubro de perfumerías muestra una caída aún más pronunciada, con un descenso del 32,6% anual en julio. Este sector, asociado a productos de cuidado personal y belleza, refleja una disminución en el gasto discrecional de los consumidores. La crisis económica ha llevado a las personas a priorizar sus gastos, dejando de lado productos que no consideran esenciales.
Medidas para la recuperación
Para enfrentar esta crisis, los comerciantes insisten en la necesidad de implementar medidas que reduzcan la carga impositiva y los costos de producción. Proponen una revisión de los impuestos nacionales, provinciales y municipales para aliviar la presión sobre los negocios y fomentar la reactivación del consumo.
Además, es fundamental mejorar los planes de financiamiento, haciendo que sean más accesibles y atractivos para los consumidores. Las tasas de interés bajas y las facilidades de pago pueden estimular las compras y ayudar a dinamizar el mercado.
El panorama para el sector minorista sigue siendo incierto. La recuperación del consumo dependerá en gran medida de la implementación de políticas económicas que favorezcan a los comerciantes y alivien la carga sobre los consumidores. La reactivación del mercado pasa por mejorar el poder adquisitivo de las familias y reducir los costos de producción para los negocios.
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La caída del 15,7% en las ventas minoristas durante julio es un reflejo de la crisis económica que atraviesa el país. La falta de ventas y los altos costos de producción son los principales problemas que enfrentan los comercios, y la solución pasa por la reducción de impuestos y la mejora de los planes de financiamiento. La recuperación del consumo es crucial para la estabilidad económica y la prosperidad del sector minorista en el futuro cercano.