El auge de las marcas propias en el mercado de consumo latino
El panorama del consumo en América Latina está experimentando transformaciones significativas, impulsadas en gran medida por la necesidad de los consumidores de adaptarse a los desafíos económicos, especialmente la inflación. Una de las respuestas más destacadas a esta situación es el crecimiento de las marcas propias en el mercado de consumo latino, una tendencia que está ganando impulso y cambiando la dinámica del sector minorista.
La adaptabilidad de los consumidores latinoamericanos se ha convertido en una característica distintiva en medio de las condiciones económicas desafiantes. A diferencia de otros mercados, donde la brecha entre la inflación y el crecimiento del gasto en bienes de consumo es menor, en América Latina los desembolsos aumentan significativamente, llegando al 11,1% en 2022. Esta familiaridad con altos niveles de inflación ha llevado a los consumidores a reconfigurar sus hábitos de compra y buscar soluciones para cuidar su bolsillo.
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En este contexto, las marcas propias están experimentando un crecimiento notable en el mercado de consumo latino. Mientras que las marcas tradicionales han experimentado un crecimiento modesto, las marcas privadas han logrado un crecimiento impresionante, representando casi el 22% del gasto mundial en bienes de consumo en 2022. Esta tendencia refleja la creciente preferencia de los consumidores por productos de marca propia como una alternativa económica y de calidad.
Si bien en América Latina aún predominan las marcas de fabricantes, que representan el 95% del gasto en bienes de consumo, estamos viendo un avance significativo de las marcas del retailer. Este cambio se ve impulsado por el crecimiento del canal de descuento y la creciente aceptación de los consumidores hacia las marcas privadas.
Algunos países latinoamericanos están liderando esta tendencia hacia las marcas propias. En Ecuador, por ejemplo, el consumo de unidades de marcas propias ha aumentado en un 38%, con un incremento del 8% en volumen. Colombia, por su parte, ha experimentado un crecimiento del 26% en el consumo de marcas propias, a pesar de una ligera caída del 1% en volumen.
Estas cifras reflejan un cambio significativo en el comportamiento de compra de los consumidores latinoamericanos, quienes están recurriendo cada vez más a las tiendas de descuento y las marcas privadas en busca de opciones más económicas y accesibles.
El crecimiento de las marcas propias en el mercado de consumo latino tiene importantes implicaciones para la industria minorista. Tanto los minoristas como los fabricantes deben estar atentos a esta tendencia y adaptar sus estrategias para satisfacer las necesidades y preferencias cambiantes de los consumidores.
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Ya sea aprovechando esta tendencia como beneficiario o ajustando su enfoque para mantener su posición en el mercado, es crucial que los actores de la industria cuenten con información y estrategias inteligentes para navegar en este nuevo panorama del consumo latinoamericano. En última instancia, el éxito en este entorno dinámico dependerá de la capacidad de adaptación y la capacidad de respuesta ágil a las demandas del mercado en constante evolución.