El ánimo de los consumidores en Alemania alcanza su máximo desde 2022
En octubre de 2024, el ánimo de los consumidores alemanes ha alcanzado su punto más alto desde abril de 2022, de acuerdo con el informe mensual de la Sociedad para la Investigación del Consumo (GfK). Esta recuperación en la confianza de los consumidores surge a pesar del panorama económico incierto que atraviesa el país, influenciado por factores como la guerra en Ucrania, la inflación y el encarecimiento del coste de vida. La mejora en la percepción de consumo se explica en gran medida por un aumento de las expectativas de ingresos y un debilitamiento de la tendencia al ahorro. No obstante, según el GfK, la disposición general de los alemanes a consumir sigue en niveles relativamente bajos, con un índice de -18,3 puntos.
Rolf Bürkl, analista del Instituto de Estudios de Mercado de Núremberg (NIM), fundadores del GfK, indicó que tras un leve repunte el mes anterior, el clima de consumo ha continuado mejorando, alcanzando el nivel más alto desde abril de 2022, cuando se situó en 15,7 puntos. Sin embargo, Bürkl destacó que, aunque este avance es significativo, la disposición al consumo sigue mostrando fragilidad. La actual incertidumbre, motivada por factores como los conflictos internacionales y los altos precios, contrarresta el potencial impacto de la mejora en las perspectivas de ingresos.
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Este índice de confianza se construye en base a una encuesta realizada entre el 4 y el 5 de octubre de 2024 y pretende captar el ánimo de los consumidores en relación con el consumo privado. La combinación de expectativas de ingresos al alza y la disminución de la inclinación al ahorro son factores que tienden a estimular el gasto en el sector privado, lo que representa un buen indicador para la economía en general. Sin embargo, como subraya la GfK, la realidad es que estos factores todavía enfrentan un entorno de múltiples desafíos.
Uno de los elementos que impulsa el ánimo de los consumidores es el crecimiento en las expectativas de ingresos. En octubre, el índice que mide estas expectativas subió 3,6 puntos, alcanzando los 13,7 puntos, un valor notablemente superior al de hace un año, cuando apenas alcanzaba los 29 puntos. Esta recuperación se debe principalmente a los recientes incrementos salariales en Alemania, sumados a un leve alivio en las tasas de inflación, lo que ha devuelto cierto poder adquisitivo a los hogares.
Los analistas señalan que el aumento en las expectativas de ingresos puede ser un estímulo para el consumo, a medida que los consumidores se sienten más confiados sobre su capacidad de gasto a corto plazo. Sin embargo, es importante notar que el incremento en la confianza de ingresos también puede implicar una demanda adicional en sectores de consumo específicos, como el comercio minorista y la hostelería, que aún enfrentan presiones inflacionarias y de costes. La balanza entre optimismo de ingresos y disposición a gastar refleja una situación compleja, ya que los consumidores se ven influidos por varios elementos externos que limitan sus decisiones.
El debilitamiento de la tendencia al ahorro es otro de los factores que explica el aumento en el ánimo de los consumidores. En situaciones económicas difíciles, los consumidores tienden a reducir sus gastos y a ahorrar para protegerse frente a posibles recesiones o aumentos de precios. Sin embargo, la encuesta de octubre muestra una baja en la propensión al ahorro, lo que significa que más personas están dispuestas a destinar sus ingresos a consumo inmediato, en lugar de reservarlos como precaución.
Este fenómeno también se traduce en un incremento del gasto en consumo privado, que es crucial para la economía de Alemania. La disminución en la tendencia al ahorro podría reflejar un cambio en la percepción de los riesgos económicos a corto plazo, aunque también puede ser una respuesta a la inflación, que incentiva a los consumidores a gastar antes de que el valor de su dinero se vea erosionado. Sin embargo, la GfK advierte que, aunque esta disminución en el ahorro tiene efectos positivos a corto plazo, no necesariamente se traducirá en un auge sostenido en el consumo, debido a las limitaciones estructurales de la economía actual.
Las expectativas sobre la coyuntura económica de Alemania han mostrado un comportamiento errático, con una caída de 0,5 puntos en el último mes, situándose en 0,2 puntos, el nivel más bajo registrado desde marzo de este año. Este descenso refleja la percepción de los consumidores sobre un panorama económico complejo, en el cual persisten los problemas derivados de la inflación, los altos costes de la energía y las tensiones geopolíticas, especialmente la guerra en Ucrania.
Además, los consumidores están atentos a los cambios que pueden surgir en el mercado laboral, la producción industrial y las ventas minoristas, factores determinantes para el bienestar económico general. Aunque el índice muestra una recuperación en la confianza de los consumidores, las expectativas sobre la coyuntura económica todavía presentan incertidumbre. Los analistas sugieren que para mantener la confianza en el consumo, será fundamental observar cómo evolucionan estos indicadores en los próximos meses.
Un aspecto clave que incide en el ánimo de los consumidores alemanes es la situación económica global y, en particular, la situación en Estados Unidos y China, los dos mayores socios comerciales de Alemania. Los consumidores alemanes perciben que, a medida que estos países enfrentan sus propias dificultades económicas, las perspectivas de recuperación de Alemania pueden verse limitadas. Además, la dependencia de Alemania en sectores industriales intensivos en energía añade presión, especialmente en un contexto de precios energéticos elevados.
Otro factor externo importante son las próximas elecciones en Estados Unidos, que introducen incertidumbre sobre la política exterior y económica que podría seguir el país. Dependiendo de los resultados electorales, las políticas de comercio e inversión podrían afectar indirectamente a Alemania, impactando en sectores clave como el de las exportaciones y la manufactura. A medida que estas incertidumbres externas se clarifiquen, es probable que también lo hagan las expectativas de los consumidores alemanes.
En resumen, el ánimo de los consumidores en Alemania ha mostrado una mejora notable en octubre de 2024, impulsada por expectativas de ingresos más altas y una reducción en la tendencia al ahorro. Sin embargo, los factores externos, como la inflación y las tensiones geopolíticas, siguen limitando el alcance de esta mejora. Aunque la disposición al consumo ha subido al nivel más alto desde abril de 2022, todavía se enfrenta a un contexto incierto. Los analistas sostienen que el comportamiento del mercado laboral y los precios de la energía serán determinantes para consolidar una recuperación sostenible.
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El consumo privado en Alemania tiene un papel crucial en la recuperación económica, y la mejora en la confianza de los consumidores es un paso positivo. No obstante, es probable que el consumo siga siendo moderado en los próximos meses debido a la persistencia de factores externos desafiantes. Con el tiempo, una mayor estabilidad en los precios y una resolución en las tensiones internacionales podrían ayudar a fortalecer el gasto de los hogares alemanes, consolidando una recuperación más estable para la economía.