Suiza avanza un paso importante en el ámbito del reciclaje textil al anunciar la construcción de la primera planta de reciclaje mecánico de textiles del país, un proyecto impulsado por la empresa de recogida de ropa Tell-Tex en colaboración con Säntis Textiles. Esta nueva infraestructura, que estará situada en el polígono de St. Margrethen y se espera que comience a operar en 2026, representa una inversión de 40 millones de francos suizos (aproximadamente 42,6 millones de euros). Con esta iniciativa, Suiza busca dejar de depender de la exportación de residuos posconsumo hacia centros de clasificación en el extranjero, promoviendo una economía circular que mantenga los recursos dentro del país.
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La planta de reciclaje se enfocará en la automatización de la clasificación de textiles usados por material y color, lo que permitirá reciclar efectivamente la ropa y otros productos textiles de manera local. Actualmente, una gran cantidad de la ropa usada en Suiza se envía a centros en Asia y Europa del Este para ser clasificada, pero esta nueva planta transformará los textiles reciclados en hilo y otros materiales reutilizables, disminuyendo así la generación de residuos y la necesidad de exportar. Se espera que las operaciones de esta planta creen entre 45 y 60 empleos, contribuyendo a la economía local al mismo tiempo.
En adición a la ropa de consumo, el nuevo centro abordará el reciclaje de textiles industriales, como uniformes y tejidos de hospitales y hoteles, que actualmente carecen de un sistema claro de procesamiento. Aunque el reciclaje mecánico de textiles tiene una larga trayectoria, la atención en los últimos años se ha centrado más en el reciclaje químico, que promete mantener la calidad de las fibras. Sin embargo, esta nueva iniciativa destaca la importancia del reciclaje mecánico y su papel vital en la sostenibilidad del sector textil.
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A nivel europeo, el llamado a la acción ha sido fuerte, con peticiones a la UE y a responsables políticos para evitar el colapso de la cadena de valor del textil usado. A partir del 1 de enero, se implementará una recogida selectiva obligatoria de residuos textiles en la UE, lo que afectará a países como España. Con un mercado que genera casi 600.000 toneladas de moda al año, en España se estima que deberían recolectar y clasificar unas 194.000 toneladas de ropa anualmente. Mientras las empresas españolas organizan sus procedimientos para gestionar esto, Suiza parece estar a la vanguardia del reciclaje textil, mostrando un modelo de sostenibilidad que podría ser seguido por otros países europeos.