Shein, la popular marca de moda en línea, ha atraído la atención proporcionalmente a su rápido crecimiento, registrando un notable aumento del60% y poniendo en jaque el dominio de gigantes como Inditex en el sector de la moda. En un reciente foro organizado por elEconomista, Peter Pernot-Day, director de Estrategia Global de Shein, discutió el futuro de la compañía, destacando que, aunque no están considerando una salida a bolsa, esta podría ser una vía para mejorar la transparencia en cuanto a su sostenibilidad. Este punto es crucial dado el creciente escrutinio que enfrentan las marcas del fast fashion, que a menudo son criticadas por su impacto ambiental. La valoración de una posible cotización en bolsa sugiere que Shein es consciente de la importancia de la transparencia en la era actual, donde los consumidores demandan no solo productos asequibles, sino también un compromiso genuino con la sostenibilidad.
Ver también: Nike expande su imperio en Madrid
La estrategia de Shein, según Pernot-Day, se centra en un modelo de negocio adaptado a la demanda de los clientes, evitando así la sobreproducción que caracteriza a muchas marcas de moda rápida. Esto se logra mediante el análisis de datos obtenidos a través de plataformas digitales que permiten a la empresa anticipar picos de demanda y producir únicamente lo que saben que se venderá. Este enfoque ágil y basado en datos es un gran diferenciador en el mercado, ya que les permite lanzar colecciones frecuentemente y con rapidez, lo que se traduce en precios accesibles para el consumidor. Sin embargo, esto también implica un desafío, dado que el40% de los diseños propuestos no alcanzan a ser producidos a gran escala. Este fracaso en el lanzamiento de productos puede parecer un riesgo; sin embargo, la capacidad de reaccionar y ajustar la producción en función de las respuestas del consumidor es una característica que puede fortalecer la posición de Shein en el competitivo panorama de la moda.
Pernot-Day también se explayó sobre el impacto ambiental de Shein, enfatizando que su modelo de moda bajo demanda está diseñado para mitigar cuestiones como la sobreproducción y la generación de residuos. Esta afirmación es una respuesta directa a las críticas que han enfrentado desde su modelo de fast fashion, ya que la producción en masa tradicional típicamente genera un elevado volumen de desechos y un uso ineficiente de los recursos. A través de la producción ajustada a la demanda, Shein espera demostrar que es posible operar en el sector de la moda rápida sin comprometer el medio ambiente, ofreciendo productos accesibles mientras reduce su huella ecológica.
Además, el director de estrategia destacó la relevancia del mercado español dentro de su modelo de negocio. España es considerado uno de los mercados más activos y comprometidos para Shein, proporcionando a los clientes la oportunidad de interactuar con la marca y participar en iniciativas como Shein X, una incubadora para diseñadores independientes. Este programa permite a los nuevos talentos presentar sus diseños, con la marca asumiendo la fabricación y la venta, lo que no solo diversifica la oferta de productos, sino que también apoya a diseñadores emergentes y fomenta una conexión más significativa con su base de clientes. La participación activa del consumidor en el proceso de diseño y producción refuerza una cultura de colaboración que puede resultar en una mayor lealtad a la marca.
Ver también: Elegancia y resistencia: Dandismo negro en moda
Las declaraciones de Peter Pernot-Day subrayan el compromiso de Shein con un modelo de negocio dinámico y centrado en el cliente, si bien la posibilidad de una salida a bolsa se ha considerado más como un medio para conseguir transparencia que como un objetivo inmediato. Shein se presenta como un jugador disruptivo en la industria de la moda, no solo por sus precios accesibles y sus innovadoras estrategias de producción, sino también por su potencial de redefinir el concepto de fast fashion en términos de sostenibilidad y responsabilidad social.