La calle Serrano, ubicada en el exclusivo barrio de Salamanca de Madrid, ha evolucionado desde sus inicios en el siglo XIX, cuando era conocida como Bulevard Narváez, hacia convertirse en uno de los destinos comerciales más buscados por operadores tanto de lujo como de mass market. Este icónico paseo, que rinde homenaje al militar y político Francisco Serrano tras La Gloriosa, ha dejado atrás a las figuras ilustres de la literatura y la música, como Rubén Darío y Manuel de Falla, para dar paso a marcas de renombre internacional como Tiffany, Louis Vuitton, Mango y Zara. A diferencia de otras calles tradicionales de alto comercio, como Paseo de Gracia y Ortega y Gasset, Serrano ha ganado terreno, concentrando una mezcla de marcas de lujo, premium y de consumo masivo, lo que atrae a un público diverso y de alto poder adquisitivo en busca de experiencias de compra exclusivas.
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El atractivo de Serrano radica en la variedad y calidad de su oferta comercial. Aproximadamente, el 60% de los locales están dedicados a marcas premium y de lujo, y el 70% de estas firmas son internacionales, lo que refleja la creciente demanda de un perfil consumidor que busca productos de alta gama. En este sentido, la calle se caracteriza por bloques que albergan a destacadas joyerías y relojerías, como Cartier y Hublot, además de contar con un sólido representación en moda y complementos con un 45% de las tiendas enfocadas en este sector. Además, la llegada de grandes fortunas, especialmente de Latinoamérica, ha influido en la diversificación del consumidor y ha contribuido a fortalecer la posición de Serrano como un destino privilegiado para marcas de prestigio.
El auge de Serrano también se ha visto potenciado por la aparición de cadenas hoteleras de lujo, que han atraído a un nuevo tipo de turista, consolidándose la imagen de la zona como un lugar exclusivo. Los retailers que buscan ingresar a esta calle son muy selectivos, priorizando el prestigio y la reputación, además de tener que lidiar con una disponibilidad limitada de locales, lo que genera una competencia feroz entre ellos.
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Las aperturas recientes, como la de Tiffany en un nuevo local en el número 72 de Serrano, junto con la reubicación de otras marcas como Suárez y Majorica, evidencian la constante transformación y adaptación del sector comercial en esta vía. En resumen, Serrano se mantiene como un epicentro de lujo y tendencias, donde la oferta premium se entrelaza con opciones más accesibles, consolidando su estatus en la capital española.
