El año 2024 en la moda se caracterizó por una tendencia hacia el minimalismo consciente y un regreso al clasicismo, encapsulado en el término «Very demure, very mindful», acuñado por la tiktoker Jools Lebron. Este estilo, que podría describirse como «Grandpacore», implicó una vuelta a prendas atemporales y elegantes, como chaquetas de punto, pantalones de tiro alto, trajes holgados, y zapatos clásicos. Esta estética, adoptada por figuras influyentes como Jacob Elordi y Harry Styles, se contrapone a las tendencias brillantes y ostentosas de años anteriores, reemplazándolas con una elegancia sobria y sofisticada. La excepción a esta regla se observó en el verano, con la influencia de la película «Challengers» y los Juegos Olímpicos de París, que introdujeron brevemente elementos deportivos y prendas más coloridas y atrevidas.
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En cuanto a las figuras masculinas de referencia en la moda, se observó un cambio significativo hacia una estética más sencilla y natural. Timothée Chalamet optó por trajes negros minimalistas en la gira de «Dune II», Damiano David abandonó el estilo rockero de Maneskin por un enfoque más clásico, mientras que figuras como Paul Mescal y Jeremy Allen White adoptaron un estilo personal desenfadado, basado en prendas clásicas y accesibles, sin sacrificar la elegancia. Este cambio de tendencia se refleja en las campañas publicitarias, como la de Paul Mescal para Gucci y Jeremy Allen White para Calvin Klein, que refuerzan esta idea de una masculinidad elegante y sin artificios.
La evolución en el calzado también reflejó esta tendencia hacia la simplicidad. Las zapatillas retro de siluetas finas continuaron dominando el mercado, pero se complementaron con el retorno de modelos clásicos como los mocasines y los náuticos, que aportan un toque elegante y atemporal. Sin embargo, la primavera trajo consigo dos excepciones notables: el regreso de las Puma Speedcat y el éxito arrollador de las Miu Miu x New Balance, que se convirtieron en las zapatillas más buscadas del año, destacando la persistencia de la innovación y la creatividad incluso dentro de un contexto de minimalismo generalizado. Este éxito consolidó a Miu Miu como una de las marcas más deseadas del año, junto a Prada y Loewe, lo que apunta a la importancia de las colaboraciones y el diseño innovador en el panorama actual.
El año 2024 también se caracterizó por un notable cambio en la dirección creativa de varias casas de moda de renombre. Se registraron nombramientos y salidas de diseñadores en marcas como Celine, Tom Ford, Givenchy, Alexander McQueen, Y/Project y Fendi, entre otras, lo que genera un panorama incierto y lleno de especulaciones sobre los próximos movimientos en la industria. Rumores sobre posibles cambios en la dirección creativa de Loewe y otros nombramientos, como los de Louise Trotter en Bottega Veneta y Matthieu Blazy en Chanel, generan una expectativa de cambios radicales en el panorama de la moda para 2025.
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2024 fue un año de transición en la moda, donde el minimalismo consciente y el regreso al clasicismo marcaron la pauta, pero también se observaron algunos brotes de creatividad e innovación. El año que viene promete ser un periodo de cambio profundo, con un nuevo orden en las principales casas de moda y la posibilidad de un cambio de paradigma en las tendencias que marcarán el futuro de la industria. La incertidumbre se mezcla con la expectativa de una nueva era en la moda, dejando un terreno abonado para la sorpresa y la innovación.