H&M ha anunciado su intención de iniciar negociaciones que buscan la reestructuración de su operación en España, un movimiento que implicará un ajuste significativo en su plantilla y el cierre de 28 tiendas a nivel nacional. Este cambio se contempla en el contexto de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a un total de 521 trabajadores a medida que la empresa busca adaptarse a un entorno de mercado cada vez más desafiante. Las negociaciones comenzarán formalmente este martes con la constitución de una mesa de negociación en la que se discutirán tanto las causas económicas como organizativas que han llevado a esta difícil decisión.
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En los comunicados iniciales de H&M se informó que el ajuste de personal y el cierre de tiendas iba a impactar a 588 empleados, aunque posteriormente se ha clarificado que la cifra definitiva de trabajadores afectados será de 521. Este ajuste se debe, en parte, a que no todas las tiendas cerradas implican una desvinculación total de empleados; algunas reestructuraciones están relacionadas con el redimensionamiento de la plantilla tras los cierres de otros establecimientos. Esta medida busca una optimización de la operativa en un entorno comercial complicado que ha forzado a muchas marcas a reevaluar sus estrategias de negocio.
El procedimiento de ajuste laboral se enmarca en el nuevo Real Decreto que establece que, en caso de cierres de centros de trabajo, las empresas deben notificar a las autoridades laborales con una antelación mínima de seis meses. Este requerimiento busca proteger los derechos de los trabajadores y dar espacio para la negociación y búsqueda de soluciones alternativas. En este contexto, H&M ha asumido la responsabilidad de comunicar estos cambios y ha comenzado el proceso de diálogo con los sindicatos, quienes jugarán un papel crucial en la defensa de los derechos de los empleados durante las negociaciones.
La mesa de negociación estará compuesta por representantes de diversos sindicatos, específicamente seis del sindicato UGT, cinco de CCOO, uno de ELA y otro de CIG. Durante este periodo de 30 días, la empresa estará obligada a presentar documentación detallada que aclare los criterios y justificación del ajuste de plantilla y el cierre de tiendas. Desde CCOO, se ha manifestado una postura crítica ante la medida, considerándola “desproporcionada” en el contexto actual. El sindicato ha solicitado que se busquen soluciones que eviten la pérdida de puestos de trabajo, enfatizando que su objetivo primordial será preservar el mayor número posible de puestos de empleo y minimizar los efectos de estas decisiones drásticas.
La respuesta de los sindicatos a este ajuste es, en parte, una reacción a experiencias pasadas donde se han vivido situaciones similares. En el año 2021, H&M llevó a cabo un ERE que inicialmente afectaba a casi 1,100 trabajadores, pero gracias a la negociación, la cifra final se redujo a 349. Este caso establece un precedente que los trabajadores y sus representantes tienen en mente mientras entran en estas nuevas negociaciones. CCOO ha expresado su firme posición de que la medida actual es excesiva y se requiere un enfoque más equitativo que priorice la conservación del empleo en lugar de una reducción apresurada de la plantilla.
El contexto general del sector de la moda se ha vuelto cada vez más volátil, con numerosas empresas enfrentando desafíos derivados de cambios en el comportamiento del consumidor, aumento de la competencia y la creciente presión por adoptar prácticas sostenibles. Ante esta realidad, H&M ha manifestado su deseo de reconfigurar su red de tiendas para adaptarse mejor a estas dinámicas del mercado. Sin embargo, los trabajadores temen que estas decisiones puedan traducirse en una erosión de sus derechos laborales y una amenaza a su estabilidad laboral.
Desde el sindicato ELA se ha advertido sobre la posibilidad de que, si H&M no modifica su propuesta de despidos, los trabajadores no dudarán en realizar movilizaciones y huelgas para defender sus empleos. Esta interrupción de la actividad laboral sería un último recurso para los empleados, quienes ya se han visto obligados a luchar por sus derechos en el pasado. En Vizcaya, tras un prolongado periodo de huelga de casi 60 días, los trabajadores lograron conseguir que las separaciones fueran voluntarias, un resultado que se percibe como una victoria en el ámbito laboral y un testimonio de la determinación de los empleados de H&M de defender su lugar en la empresa.
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En conjunto, el futuro de la plantilla de H&M en España parece ser incierto, y las próximas semanas serán determinantes para el destino de más de 500 trabajadores. A medida que se inicien las negociaciones, la presión sobre la empresa y los sindicatos aumentará, y se espera que ambas partes busquen estrategias creativas para mitigar el impacto de esta reestructuración. A través del diálogo social y una voluntad de compromiso, hay esperanza de que se puedan encontrar soluciones que prioricen el bienestar de los trabajadores sin sacrificar la viabilidad del negocio en un panorama de retail cada vez más complicado.
