El análisis de la afluencia a los centros comerciales en España durante los primeros meses de 2025 ofrece una visión reveladora sobre la recuperación y las tendencias de consumo en el sector retail. Desde principios de año, el sector ha mostrado signos claros de una tendencia positiva, impulsada por diversos factores económicos y sociales que han contribuido a la revitalización de estos espacios comerciales. En particular, el incremento del 6,8% en la afluencia en abril respecto al mismo mes del año anterior evidencia que los centros comerciales están retomando su ritmo previo, después de un primer trimestre marcado por ciertos altibajos. Este crecimiento refleja tanto la recuperación económica como un cambio en los patrones de consumo de los españoles, quienes parecen estar más dispuestos a desplazarse y gastar en estos espacios, quizás movilizados por la mejora en sus condiciones financieras y por un mayor optimismo respecto a la economía en general.
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El comportamiento de marzo, con un descenso del 1,3% respecto a 2024, fue interpretado como un efecto de la ausencia de Semana Santa en 2025. Tradicionalmente, estas festividades representan uno de los momentos más fuertes del año para el sector del comercio minorista, al incrementar significativamente el número de visitantes debido a vacaciones, viajes y programas especiales. La falta de estos días festivos en marzo de 2025 aparentemente provocó un descenso en las visitas, lo cual se reflejó en los datos, pero este descenso fue circunscrito y no impidió que, en términos acumulados, el sector mostrara un avance positivo del 1,7%. La recuperación vino en abril, con un aumento sustancial, consolidando la tendencia de repunte en el tráfico en estos centros comerciales, que no solo refleja la recuperación del sector sino también un posible cambio en la percepción del público hacia el consumo y el ocio en estos espacios.
A nivel global, el comportamiento del sector en Portugal, con un aumento del 4,2% en visitantes respecto a abril de 2024, sugiere que la recuperación no es exclusiva de España, sino que también se registra en otros contextos similares en la Península Ibérica. Aunque la evolución en Portugal ha sido algo más modesta en comparación con España, estos datos muestran un panorama más amplio en el que la recuperación del sector retail en estos países está siendo gradual pero firme. La comparación de doce meses, que abarca desde mayo de 2024 a abril de 2025, con el mismo período del año anterior, revela un crecimiento positivo del 2,7% en España y del 1,1% en Portugal, consolidando la idea de una tendencia de recuperación sostenida en la región ibérica.
La recuperación del sector no puede entenderse sin considerar el contexto económico en el que se desarrolla. Los factores macroeconómicos, como la caída en los precios del gas, los carburantes y la electricidad, han jugado un papel fundamental en este proceso. La reducción en los costes energéticos ha permitido a los consumidores destinar menos recursos a estos gastos básicos, liberando así más dinero para el ocio y las compras. Este fenómeno, conocido como «ahorro energético», ha tenido un impacto positivo en la demanda en los centros comerciales, ya que amplía la capacidad de gasto de los consumidores y aumenta la frecuencia con la que visitan estos espacios. En consecuencia, no solo el volumen de visitantes ha subido, sino también la rentabilidad del sector, que ha podido reaccionar con mayor dinamismo ante las oportunidades de mercado.
El papel de la Semana Santa en la dinámica del tráfico en los centros comerciales es especialmente relevante. Como pauta tradicional, estos días representan picos de afluencia, dado que coinciden con vacaciones escolares y períodos de descanso que favorecen las actividades de ocio y compras. En 2025, la ausencia de Semana Santa en marzo supuso un ligero descenso en las visitas, pero no alteró la tendencia general de crecimiento que se observó en meses posteriores. De hecho, la recuperación de abril, con cifras significativamente superiores a las de hace un año, evidencia que los consumidores estaban esperando oportunidades para volver a visitar estos espacios y aprovechar las condiciones económicas favorables. La percepción de un entorno estable y en recuperación, combinada con incentivos económicos como la caída de los precios de energía, ha reducido la inseguridad y ha motivado nuevas visitas.
A nivel de evolución anual, el cierre de 2024 con un incremento del 2,6% en el tráfico respecto a 2023 parece confirmar una tendencia de recuperación sostenida que, aunque todavía lejos de los niveles prepandemia, indica una mejora en las perspectivas del sector. La recuperación del sector en diciembre de 2024, con aumentos en la afluencia, puede atribuirse no solo a las condiciones económicas más favorables, sino también a la expectativa de una recuperación progresiva tras los impactos de la pandemia y las restricciones sociales que aún afectaron durante algunos meses. El sector del comercio minorista ha sabido adaptarse y aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas dinámicas, como el aumento del turismo interno y las campañas de promociones, que impulsan aún más las visitas y las compras.
El análisis comparativo con la situación en otros países también aporta una perspectiva enriquecedora. En el caso de Portugal, el crecimiento del 4,2% en abril y el saldo positivo del 1,1% en el acumulado anual refuerzan la idea de una recuperación en la región. La similitud en el desempeño entre ambos países también señala que la tendencia no es un fenómeno aislado sino que responde a condiciones macroeconómicas comunes en Europa occidental, como el control de los costos energéticos y una estabilización en los niveles de inflación, que favorecen la confianza del consumidor. Además, estos datos sugieren que el sector del retail en la Península está atravesando un proceso de consolidación, en el que las pequeñas mejoras en la economía tienen un efecto multiplicador en las visitas y en las ventas, creando un círculo virtuoso que puede prolongarse en el tiempo con políticas económicas y comerciales adecuadas.
Es importante también destacar que, más allá de los efectos inmediatos, la recuperación del tráfico en los centros comerciales puede tener impactos positivos en el empleo, la inversión en el sector y en la renovación de los espacios comerciales. La mayor afluencia requiere de una mayor oferta de productos y servicios, lo que se traduce en más empleo en tiendas, centros de distribución y servicios asociados. Además, las empresas que gestionan estos espacios pueden invertir en mejoras y en campañas de promoción, generando un ciclo de inversión y crecimiento que beneficia a toda la cadena del sector retail.
Otra dimensión importante es la transformación digital y las nuevas formas de consumo que están en marcha. La recuperación del tráfico físico en los centros comerciales coincide con una tendencia de integración entre lo online y lo offline, en la que los centros comerciales han comenzado a aprovechar recursos digitales para atraer y fidelizar a los clientes. La incorporación de tecnologías como aplicaciones móviles, promociones personalizadas, experiencias interactivas y eventos en vivo ayuda a mantener el interés en los espacios físicos y a complementar la experiencia de compra. La digitalización, combinada con la recuperación del flujo de visitantes, puede ser un elemento clave para sostener el crecimiento en los próximos meses y reducir la dependencia exclusiva de las ventas en línea.
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En suma, los datos del primer cuatrimestre de 2025 para los centros comerciales en España reflejan un escenario de recuperación progresiva y optimismo moderado. La cifra de aumento del 6,8% en abril respecto al año anterior, sumada al crecimiento en meses anteriores y la estabilidad en otros indicadores económicos, apuntan hacia una mejora en la confianza del consumidor y en la salud del sector retail. Aunque todavía existen desafíos, como el cambio en los hábitos de consumo, la competencia con el comercio electrónico y la necesidad de innovación constante, la tendencia actual indica que los centros comerciales continúan siendo espacios relevantes para la socialización, el ocio y la compra en la economía española. La recuperación energética, el reajuste de las estrategias comerciales y la adaptación a las nuevas formas de consumo serán claves para que este crecimiento se sostenga y se traduzca en una mayor estabilidad y resiliencia del sector en los próximos años. La perspectiva a medio plazo parece positiva, siempre que se mantengan las condiciones macroeconómicas estables y se potencien las estrategias de innovación y diferenciación en un entorno de competencia global cada vez más intensa.
