El 7 de enero de 2025, un importante diálogo se reanudará entre los estibadores de los puertos de la costa este y el golfo de Estados Unidos y la patronal del sector, después de que las negociaciones se interrumpieron en noviembre sin un acuerdo. Los trabajadores, organizados bajo la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), representan a cerca de 45,000 empleados, y su decisión de reanudar las conversaciones se produce en un contexto crítico, donde la falta de acuerdo podría desencadenar una huelga que afectaría más de la mitad de los puertos del país. Esta situación se complica aún más con la inminente fecha de expiración del convenio actual, programada para el 15 de enero, lo que añade urgencia a las reuniones.
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Durante las negociaciones previas, se alcanzó un consenso inicial que abordó una de las principales preocupaciones: las subidas salariales. Se logró un acuerdo para un aumento del 61.5% en los salarios de los estibadores, que aunque es considerable, se encuentra por debajo del 77% demandado inicialmente por el sindicato y del 50% ofrecido por la patronal. Este acuerdo es una medida importante, pero no ha sido suficiente para cerrar la brecha entre ambas partes, que se reabrió una vez que las discusiones se centraron en el tema de la automatización.
La automatización ha emergido como el principal punto de fricción en las negociaciones, ya que el presidente de la ILA, Harold Dagget, ha expresado la postura firme del sindicato en contra de cualquier acuerdo que incluya la implementación de herramientas automatizadas, argumentando que esto pondría en riesgo los empleos de los trabajadores. Por otro lado, la patronal ha defendido la automatización como un paso necesario para garantizar la competitividad de los puertos estadounidenses, enfatizando que esta modernización es crucial para adaptarse a un mercado global en constante evolución.
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Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, que tomará posesión definitivamente el 20 de enero, se anticipa que la situación podría volverse más tensa, dado el respaldo público que Trump ya ha expresado hacia los trabajadores portuarios. El escenario complejo entre la ILA y la patronal se desenvuelve en un marco donde las decisiones tomadas durante las próximas semanas pueden tener un impacto significativo no solo en los estibadores, sino también en la operatividad de los principales puertos y en la economía en general.