La disputa legal más reciente entre Nike y la empresa Manufactura de Calzados San Miguel Ltda., vinculada a la marca chilena Guante, pone de relieve la complejidad y la importancia de los derechos de propiedad intelectual, especialmente en un mercado cada vez más globalizado. La controversia se centra en el intento de Nike por registrar la marca «Nike Air Zoom» en Chile, un movimiento que fue rechazado por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), tras considerar la oposición presentada por Guante. Este caso no solo plantea preguntas sobre la protección de las marcas y su registro, sino que también destaca las tensiones que pueden surgir cuando grandes corporaciones internacionales intentan establecer su presencia en mercados locales, donde las marcas nacionales ya han sembrado su huella.
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La oposición de Guante se basa en el argumento de que el término “Air Zoom” es similar a las marcas que ya posee, como “Zoom” y “Guante Air Zone”, lo que podría provocar confusión entre los consumidores al tratarse de productos en competencia directa: zapatillas. Esta preocupación no es infundada, ya que la percepción del consumidor juega un papel crucial en el éxito de las marcas, especialmente en un sector donde la identificación rápida y clara de productos puede influir significativamente en las decisiones de compra. Guante, al hacer hincapié en las similitudes gráficas y fonéticas de las marcas, está defendiendo no solo su territorio de marca, sino también el potencial de confusión que puede afectar su reputación y cuota de mercado.
Por su parte, Nike argumenta que “Air Zoom” es una marca bien establecida en el ámbito internacional desde 1994. La multinacional sostiene que los consumidores no confundirían el uso de «Nike Air Zoom» con las marcas de Guante, dado el reconocimiento global de la marca Nike y la familiaridad del público con su línea de productos. Además, Nike señala que el término «Zoom» no le pertenece exclusivamente, y que coexiste con otras marcas que utilizan esta nomenclatura, como “Ricky Zoom” y “Umizoomi”. Este punto de vista resalta la complejidad del entorno de registro de marcas, donde la coexistencia pacífica puede ser viable si existe una clara diferenciación en el mercado entre productos.
El fallo de INAPI, que se fundamenta en la necesidad de proteger la distinción de marcas ya registradas, implica que hay un interés legítimo en mantener la autonomía de las marcas existentes frente a las que buscan ingresar al mercado. En su decisión, INAPI subraya que permitir el registro de «Nike Air Zoom» podría diluir la identidad de las marcas previamente registradas por Guante, lo que afectaría no solo a la empresa chilena, sino también la integridad del sistema de marcas en su conjunto. En este sentido, se hace evidente que el enfoque del INAPI busca proteger no solo a los grandes actores internacionales, sino también a las marcas locales que han invertido en construir su reconocimiento y confianza en el mercado.
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La decisión de Nike de apelar ante el Tribunal de Propiedad Industrial (TPI) sugiere que la multinacional está dispuesta a luchar por su derecho a registrar la marca en Chile, presentando un escenario donde el conflicto entre marcas globales y locales será examinado más minuciosamente. La resolución del TPI, que se espera en las próximas semanas, podría establecer un precedente significativo sobre cómo se manejan las disputas de propiedad intelectual en el país. A medida que el mercado de calzado se vuelve cada vez más competitivo, este caso puede influir en la forma en que las marcas nacionales e internacionales navegan por la compleja interacción entre su derecho a proteger su propio nombre y los intereses de sus competidores en el mismo espacio comercial. La atención a este caso es un recordatorio de que las marcas no solo representan productos, sino identidades que pueden ser irreversiblemente afectadas por decisiones legales.