El 1 de octubre de 2024, Nike, Inc. (NKE) experimentó una reacción negativa en las operaciones posteriores a la apertura del mercado después de que la gerencia anunciara la retirada de su orientación para el año fiscal 2025 y la postergación de su evento del Día del Inversor, lo que ha generado incertidumbre entre los inversionistas. Este anuncio fue realizado durante la conferencia telefónica de ganancias, donde nuevamente se subrayó que la compañía, con sede en Beaverton, Oregón, anticipa una caída en los ingresos para el año fiscal 2025 en un dígito medio, como se había indicado en el último informe de ganancias, que se presentó a finales de junio. La expectativa actual para el segundo trimestre es que los ingresos caigan entre un 8% y un 10% en comparación interanual, y se prevé una reducción de 150 puntos básicos en los márgenes brutos. Estos indicadores sugieren que Nike enfrenta desafíos significativos, y la falta de una proyección clara sobre cuándo la compañía espera retornar a un crecimiento positivo contribuyó a la caída del 5,15% en sus acciones.
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A pesar de estas perspectivas pesimistas a corto plazo, la dirección de Nike está tratando de comunicar un mensaje de esperanza al señalar signos de mejora en la segunda mitad del año fiscal. El director financiero, Matthew Friend, mencionó que el equipo directivo está emocionado por el regreso de Elliott Hill, quien liderará la compañía hacia su siguiente etapa de crecimiento. Estos anuncios subrayan una visión de renovación y cambios estratégicos, anhelando revitalizar la marca en un área altamente competitiva y desafiante. Friend destacó también la importancia de la innovación de nuevos productos como motor del crecimiento futuro, y aunque el equipo reconoce que la recuperación llevará tiempo, hay un optimismo cauteloso por los indicios de mejora que se están observando. Este enfoque en la innovación y en la recuperación implica que Nike está buscando adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y mantener su posicionamiento como líder en la industria del deporte.
Sin embargo, las preocupaciones de los analistas, como las expresadas por Randal Konik de Jefferies, destacan el frágil estado actual de la compañía. Konik subrayó que, mientras el primer trimestre se centró en la gestión de gastos para obtener beneficios por acción, este tipo de gestión no es sostenible a largo plazo y podría no ser una estrategia que convenza a los inversores de mantener su inversión en Nike en medio de una fuerte competencia. La falta de un período claro para ver un crecimiento positivo es una señal de alerta para muchos inversores, quienes podrían estar reconsiderando su posición en acciones de Nike y en otras empresas del sector de ropa deportiva.
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La reacción del mercado también afectó a otras compañías dentro del sector. Foot Locker (FL) vio una caída del 1,99%, mientras que DICK’S Sporting Goods (DKS) logró una recuperación del 2,05%. Sin embargo, otras empresas también experimentaron descensos, como On Holding AG (ONON) con una caída del 1,78%, Under Armour (UA) bajando un 1,51%, Deckers Outdoor (DECK) con un descenso del 1,17%, y Crocs (CROX) cayendo un 0,61%. Estas fluctuaciones reflejan un sentimiento generalizado de cautela entre los inversores en el sector, lo que subraya que las dificultades de Nike podrían estar influyendo en la percepción de la industria en su conjunto. En resumen, el futuro de Nike parece estar en un momento crítico de transición y, a medida que intenta navegar en estas aguas inciertas, el éxito o fracaso de su estrategia podría tener implicaciones significativas no solo para la compañía misma, sino también para el sector de ropa deportiva en general.