Balenciaga vuelve a estar en el ojo del huracán: Marruecos acusa apropiación cultural por unas sandalias
La reconocida marca de lujo francesa Balenciaga vuelve a ser foco de controversia, esta vez por parte de Marruecos. El motivo: unas sandalias tipo mule de su colección verano 2024 que guardan un gran parecido con las tradicionales babuchas marroquíes, llamadas Belgha.
Lo que indigna a Marruecos es la falta de reconocimiento por parte de Balenciaga. Las sandalias, que se vendían por un precio exorbitante de hasta 995 euros (contrastan con los precios de 10 a 50 euros de las babuchas artesanales marroquíes), no mencionaban en ningún lado su inspiración marroquí.
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Esto ha desatado un debate sobre apropiación cultural. Las críticas apuntan a que Balenciaga se lucra tomando elementos de una cultura rica en tradición, como la marroquí, sin dar crédito ni homenaje a su origen. Se considera que las babuchas trascienden lo meramente estético para convertirse en símbolos de identidad y herencia centenaria, por lo que su uso debería hacerse con sensibilidad y responsabilidad.
Las redes sociales en Marruecos han estallado. Usuarios critican la falta de mención del origen y el precio desorbitado que Balenciaga asigna a un producto claramente inspirado en las babuchas locales.
Pero este no es el primer roce de Balenciaga con la apropiación cultural. En 2021, la marca ya había causado revuelo con unos pantalones que imitaban el estilo de presidiarios afroamericanos. Su director creativo, Demna Gvasalia, conocido por su estética vanguardista y a veces provocativa, ha tenido que pedir disculpas en el pasado por campañas publicitarias consideradas inapropiadas.
Marruecos, por su parte, tiene un historial de defender su patrimonio cultural celosamente. En 2022, acusó a Adidas de «robo cultural» por una colección de camisetas inspiradas en azulejos marroquíes, pero supuestamente pertenecientes a la ciudad argelina de Tlemcen.
Ante esta nueva controversia, Balenciaga ha optado por retirar las sandalias de su página web. Sin embargo, no ha hecho declaraciones oficiales sobre el asunto.
Este caso pone sobre la mesa el complejo tema de la apropiación cultural en la industria de la moda. ¿Está bien tomar inspiración de otras culturas? ¿Cómo se marca la línea entre inspiración y apropiación sin reconocimiento?
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La transparencia y el reconocimiento de las fuentes de inspiración parecen ser claves para evitar este tipo de polémicas. Las marcas de moda tienen la responsabilidad de ser respetuosas con las culturas a las que recurren y dar crédito a los artesanos y tradiciones que las sustentan.