Macson, la histórica compañía catalana especializada en moda masculina, ha cerrado el año 2024 manteniendo sus ventas en aproximadamente 15 millones de euros, una cifra que se alinea con sus previsiones y con los resultados de 2023. La empresa, que comenzó su andadura en 1942, tiene la ambición de incrementar su facturación en un 20% para 2025, proyectando alcanzar un total de más de 18 millones de euros. Esta estabilidad en las ventas refleja la capacidad de Macson para adaptarse a un mercado en constante cambio y mantener su base de clientes en un entorno competitivo.
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La red comercial de Macson se extiende por Cataluña, la zona de Levante y Andorra, con un total de cuarenta tiendas. Sin embargo, la empresa ha tomado la decisión de cerrar dos de sus puntos de venta en Barcelona—uno en Paseo de Gracia y otro en la calle Arcs—con el objetivo de garantizar la rentabilidad de sus locales. Según Domingo Obradors, consejero delegado de Macson, esta medida forma parte de una estrategia más amplia para optimizar la viabilidad de sus tiendas. A pesar de estos cierres, la compañía está en proceso de abrir un nuevo local en la calle Balmes de Barcelona y una tienda en Puigcerdà, destacando su enfoque en ubicaciones estratégicas que puedan atraer tanto a clientes locales como a turistas.
Aunque Macson no planea expandir su red de tiendas de inmediato, Obradors ha mencionado la posibilidad de abrir una o dos tiendas adicionales si surgen oportunidades favorables en locales comerciales con buenas ubicaciones y rentas adecuadas. Con el considerable aumento en los alquileres en zonas comerciales clave como Paseo de Gracia, donde el alquiler mensual de su antiguo local iba a ser elevado a 80,000 euros, la compañía apunta a ser selectiva en su expansión, priorizando rentabilidad y calidad en sus decisiones comerciales.
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A pesar de su especialización en moda masculina, Macson también ofrece una línea de moda femenina, aunque esta se adquiere a través de terceros y solo se encuentra disponible en tres de sus tiendas. La producción de sus prendas se lleva a cabo principalmente en Asia y el norte de África, una estrategia que permite a la empresa mantener la competitividad en un mercado exigente. Obradors ha subrayado que si Macson dependiera únicamente de la producción europea, su viabilidad estaría en tela de juicio, reafirmando la importancia de adaptarse a las necesidades del mercado global para asegurar el futuro de la firma familiar en el sector de la moda.