India se posiciona como una meca emergente del lujo y un punto de esperanza para la industria de la moda, impulsada por su demografía y crecimiento económico. Con una población que superó a la de China, India no solo se beneficia de ser el país más poblado del mundo, sino que también está en camino de convertirse en un gigante industrial, especialmente en el sector del algodón y textiles. Las previsiones de Goldman Sachs destacan que, en 2075, India será la segunda economía más grande del planeta, lo que presenta una inmensa oportunidad para las marcas de lujo y moda. Esta proyección se ha visto respaldada por un crecimiento sostenido en el PIB, que ha atrapado la atención de inversores y empresas a nivel global, viendo en la población joven y en ascenso las bases para un mercado robusto en el futuro cercano.
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El contexto político y económico de India ha favorecido esta transformación. La reelección de Narendra Modi, centrado en la privatización y liberalización, ha implementado políticas que incentivan el desarrollo económico y la expansión del sector privado. A medida que la clase media se fortalece y disminuye la pobreza extrema, el país no solo ve crecer el número de consumidores, sino también su capacidad de gasto, particularmente en categorías como moda y lujo. Por lo tanto, marcas reconocidas globalmente han empezado a enfocarse en este nuevo mercado, con algunas de ellas estableciendo operaciones físicas o alianzas estratégicas con socios locales para aprovechar el potencial de un mercado compuesto por más de mil millones de consumidores.
La industria de la moda en India está en un punto de inflexión. Aunque hoy en día las exportaciones de moda de España a India son modestas, con apenas 47,7 millones de euros en el primer semestre de 2024, el potencial de crecimiento es evidente. El aumento progresivo del nivel de vida y la densidad poblacional convierten a India en un mercado de gran interés para empresas como Inditex y H&M, que ya han establecido una considerable base de operaciones en el país. Inditex, por ejemplo, se ha asociado con el conglomerado Tata para ampliar su presencia en el mercado indio, abriendo varias tiendas y creciendo en el ámbito del comercio electrónico. Por su parte, Mango ha apostado por un modelo de franquicias y ha visto en India su cuarto mercado más importante, lo que refleja la creciente inclusión de la moda occidental en la cultura india.
Al mirar hacia el sector del lujo, las marcas presentan una dinámica aún más prometedora. Con Reliance Retail convirtiéndose en un importante socio para la expansión de marcas de lujo, el mercado de alta gama en India tiene proyecciones de crecimiento robusto. Según Barclays, el mercado de lujo representaba en 2023 un 2% del mercado global, con potencial para alcanzar los 23.000 millones de euros en 2030. Esta tendencia se ve impulsada en parte por la debilidad del consumo en China, lo que ha llevado a las marcas a diversificar sus mercados. Debido a estos factores, el interés y la inversión en India por parte de las casas de lujo son más relevantes que nunca, estableciendo al subcontinente como un destino inevitable para las estrategias de crecimiento en el sector.
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A medida que India continúa desarrollándose, la intersección entre su rica cultura, una demografía favorable y un fuerte entorno empresarial presenta un panorama alentador. Si bien el país enfrenta desafíos en el ámbito laboral y social, su potencial para convertirse en un líder en la industria de la moda y el lujo es innegable. Así, se revaloriza no solo como un espacio para la manufactura y el suministro, sino como un mercado vital para el consumo de moda e innovación, donde se espera que las marcas aprovechen su crecimiento, adaptándose a la nueva realidad que el país presenta en la industria global.