Guess, la emblemática marca estadounidense de moda, ha enfrentado un segundo trimestre del ejercicio marcado por resultados financieros negativos, lo que ha llevado a la compañía a replantear sus expectativas para el año 2024. En el periodo que concluyó el 3 de agosto, Guess reportó pérdidas de 8,6 millones de dólares, una caída drástica en comparación con el beneficio de 41,9 millones de dólares que había obtenido en el mismo trimestre del año anterior. Este cambio en la situación financiera ha obligado a la empresa a ajustar sus previsiones de ventas y beneficios, reflejando un entorno de consumo que se ha vuelto más complicado y menos predecible. A pesar de que las ventas en este segundo trimestre alcanzaron los 732 millones de dólares, lo que representa un incremento del 10% respecto a los 664 millones de dólares del segundo trimestre de 2023, el aumento en los gastos de marketing ha tenido un impacto significativo en los resultados netos, lo que ha llevado a la compañía a replantear su estrategia comercial.
El crecimiento en las ventas ha sido impulsado, según declaraciones de Carlos Alberini, CEO de Guess, por la reciente adquisición de la marca Rag & Bone y por el desempeño positivo de las ventas al por mayor en mercados clave como Europa y América. Sin embargo, la decisión de aumentar la inversión en marketing en comparación con el año anterior ha sido un factor determinante en la reducción del beneficio neto. La compañía ha optado por esta estrategia con el objetivo de apoyar la expansión internacional de sus marcas, lo que, aunque ha contribuido a un aumento en las ventas, ha resultado en un deterioro de los márgenes de beneficio. En el acumulado del primer semestre, Guess reportó ventas totales de 1.324 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 7,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el resultado neto ha sufrido un retroceso alarmante del 76,7%, cayendo a solo 7,3 millones de dólares. Este panorama financiero ha llevado a Alberini a enfatizar la necesidad de ajustar las previsiones de ventas y beneficios para el resto del año, en un intento por adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.
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En este contexto, las nuevas proyecciones de Guess indican que se espera que los ingresos anuales se sitúen entre 2.420 y 2.700 millones de dólares, un rango que se encuentra por debajo de las expectativas previamente establecidas por los analistas. Este ajuste en las previsiones no solo refleja la realidad de un entorno de consumo más suave, sino que también subraya la importancia de gestionar cuidadosamente los costos y los inventarios en un mercado que se ha vuelto más competitivo y desafiante. Alberini ha destacado que, a medida que la compañía avanza hacia el segundo semestre del ejercicio, se implementarán medidas para optimizar la gestión de costos e inventarios, al tiempo que se continúa apoyando el desarrollo del negocio. Este enfoque proactivo es esencial para que Guess pueda navegar por las turbulentas aguas del mercado actual y asegurar su sostenibilidad a largo plazo en un sector que está en constante evolución.