La moda y el estilo en el entorno profesional han experimentado una transformación significativa en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia y la adopción de un enfoque más flexible hacia el vestuario laboral. Las empresas y los ejecutivos de alto nivel están reconociendo que la forma en que se visten puede afectar su percepción en el trabajo, así como su éxito profesional. En este contexto, varias expertas en moda y recursos humanos comparten valiosas ideas sobre qué prendas elegir para cautivar y transmitir confianza en diversas situaciones laborales.
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Sarah Kunst, directora gerente de Cleo Capital, señala que la apariencia no solo es importante, sino que también es una forma de demostrar interés por la cultura contemporánea. “Cuando eres la mejor vestida de la oficina, eso conlleva cierto capital cultural”, explica. Sugiere que conlleva ventajas en la visibilidad de los proyectos creativos, especialmente si tus jefes no están al tanto de las últimas tendencias. En lugar de las cómodas prendas de chándal que fueron populares durante la pandemia, Kunst indica que ahora los leggings han tomado protagonismo, adaptándose a un estilo más profesional combinado con piezas elegantes, como un blazer y bailarinas.
Además, sugiere que las prendas versátiles como los pantalones de montar de marcas como Holland Cooper son una magnífica inversión. Los leggins, por ejemplo, pueden ser parte de conjuntos en bufetes de abogados cuando se combinan con joyas sofisticadas y chaquetas de alta gama. Para quienes buscan una opción más asequible, menciona marcas como Uniqlo, cuyos diseños están siguiendo las tendencias modernas y son accesibles.
En el proceso de prepararse para entrevistas laborales, Bevy Reyes St. Pé Brown, directora de una empresa de búsqueda de ejecutivos, aconseja optar por un enfoque básico que transmita sencillez y elegancia. “Un look infalible puede ser una camisa blanca acompañada de unos jeans limpios y bien cuidados”, afirma. Esta estrategia no solo facilita la elección de vestuario, sino que también permite llegar a la entrevista sintiéndose confiado y centrado. La vestimenta puede reflejar mensajes ocultos sobre la disposición del profesional. Por ejemplo, el uso de pulseras puede dar a entender que una persona está lista para arremangarse y trabajar arduamente.
Cuando se trata de grandes reuniones, la ejecutiva Mary Bonnet enfatiza la importancia de una “armadura” en la vestimenta. Sugiere invertir en un blazer clásico de buena calidad que se pueda combinar con diversas prendas. Ella misma se siente segura usando americanas de marcas como Saint Laurent, que se adaptan a diferentes estilos, desde pantalones hasta vestidos elegantes. Bonnet resalta que, a diferencia de otras áreas de la vida, una buena inversión en una americana puede ser un aspecto que nunca fallen. Se alienta a las profesionales a encontrar opciones en tiendas de segunda mano o en marcas de precios accesibles, pues tener la habilidad de encontrar un buen outfit sin gastar mucho refleja inteligencia y buen gusto.
En el ambiente laboral, la informalidad también se ha visto reflejada en las normas de vestimenta. Kunst menciona que, si bien la savia laboral puede recalcar un código más conservador, la oportunidad de expresarse a través del vestuario sigue siendo relevante. “Capas, capas y más capas” son fundamentales, así como llevar un vestido camisón con un jersey elegante debajo, lo que aporta confort sin sacrificar la elegancia. Esta capacidad de adaptar las looks a diferentes situaciones laborales permite a las ejecutivas proyectar confianza sin perder su estilo personal.
Los eventos nocturnos también requieren creatividad al elegir vestuario, y Hooper propone un truco sencillo: empezar el día con un vestido o un top bien ajustado y añadir un pañuelo sofisticado al cuello para lograr un look profesional. Luego, al final del día, simplemente se puede retirar el pañuelo y añadir un poco más de maquillaje para estar lista para la noche. Esta versatilidad no solo representa un ahorro de tiempo, sino que también permite a las profesionales mantener el estilo y la elegancia a lo largo de su jornada.
Finalmente, el tema de los tacones en el entorno laboral ha evolucionado. La mayoría de las expertas encuestadas coinciden en que no son imprescindibles. “Las deportivas se consideran ahora un complemento profesional”, afirma Brown. Costigan indica que, con la variedad de estilos disponibles, no es necesario ceñirse a los tacones altos para ser tomadas en serio. Modelos de zapatillas de marcas como Stella McCartney o incluso Nike y Adidas se pueden integrar en un look profesional sin sacrificar la elegancia.
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El vestuario en el ámbito laboral debe verse como una extensión de la identidad profesional. Como menciona Hooper, es fundamental vestirse no solo para impresionar, sino para reflejar la propia energía y creatividad. Las mujeres en el mundo profesional deberían sentirse empoderadas para expresar su esencia y estilo personal mientras contribuyen a un entorno de trabajo que valora la individualidad y el profesionalismo. La forma de vestir puede ser un reflejo del esfuerzo personal y puede influir decisivamente en la percepción general y en el éxito en el entorno laboral.