El panorama del ‘sourcing’ textil en España está cambiando, con un enfoque creciente hacia Marruecos, mientras que Portugal pierde relevancia en este sector. La cercanía geográfica entre España y Marruecos, a tan solo diez kilómetros separando ambos países por el Estrecho de Gibraltar, ha potenciado históricamente las relaciones comerciales. Sin embargo, en el último año, estas relaciones han cobrado nueva urgencia debido al debilitamiento de la industria textil portuguesa, que ha visto una caída drástica en su número de empresas dedicadas a la confección, perdiendo cerca de mil negocios. Esto se presenta en un contexto donde, además, el puerto de Algeciras ha ascendido a ser uno de los principales puntos de entrada para productos procedentes de Marruecos, consolidándose en el top cinco de puertos europeos, lo que favorece aún más este cambio.
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La industria textil en Portugal ha enfrentado dificultades severas, con cifras alarmantes que indican la insolvencia de más de mil compañías en el último año, evidenciando un sector en crisis. En contraste, el puerto de Algeciras, como vía de acceso para los productos marroquíes, ha mostrado un crecimiento en el volumen de mercancías, alcanzando un incremento del 0,9% en el último trimestre. Este crecimiento no solo establece a Algeciras como un centro logístico clave, sino que también subraya la relevancia de Marruecos como emergente hub textil. La cercanía de este país ofrece a las empresas españolas una ventaja en tiempos de disrupción en cadenas de suministro globales, que se han vuelto cada vez más vulnerables.
Marruecos, que ya alberga más de 1,600 empresas del sector moda, genera aproximadamente 5,000 millones de dólares en ventas anualmente y emplea a alrededor de 190,000 personas. Estos datos destacan la fuerza de la industria textil marroquí, que no solo sirve como un pilar económico fundamental, sino que también se ha convertido en un socio estratégico para España. Las exportaciones de productos textiles marroquíes están orientadas mayormente hacia Europa, con un 65% de su producción exportada a este continente. Así, la conexión geográfica reduce tanto los costos de transporte como los riesgos asociados con la disrupción en el suministro, haciéndola una opción atractiva para las marcas que buscan alternativas viables al ‘nearshoring’.
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Como resultado de estas dinámicas, las exportaciones de Portugal a España han sufrido una caída preocupante del 6.7% en los primeros nueve meses de este año, un síntoma del debilitamiento del sector textil luso. Por otro lado, Marruecos ha visto un aumento en su relevancia como proveedor para empresas como Inditex, que ha incrementado su número de proveedores en ese país un 18%, superando a Portugal y Turquía. A cierre de 2023, Marruecos se había posicionado como el principal proveedor de Inditex en proximidad, reflejando un cambio significativo en la estrategia de sourcing en la moda española, que ahora dirige su atención hacia un mercado marroquí en expansión, mientras observa con cautela la disminución de la capacidad productiva en Portugal.