El FC Barcelona ha dado un paso importante en su estrategia comercial y financiera al anunciar la renovación de su contrato con Nike, extendiendo su colaboración hasta el año 2038. Esta decisión viene después de un proceso de negociaciones que se ha prolongado casi un año y que ha estado marcado por el interés del club en maximizar sus ingresos ante un entorno económico cambiante. Aunque el anuncio oficial no proporciona cifras detalladas, diversas fuentes del club han comunicado que, si se cumplen todas las variables estipuladas en el contrato, el club podría ingresar hasta 1.700 millones de euros durante los próximos 14 años.
Comparado con el contrato anterior, que se firmó en 2016 y que aseguraba ingresos anuales de 85 millones fijos más aproximadamente 20 millones en royalties, este nuevo acuerdo representa un avance significativo. Bajo el antiguo contrato, el Barcelona experimentó diversas penalizaciones económicas que afectaron severamente sus ingresos reales. Por ejemplo, ganar la Champions League significaba un ingreso extra de 5 millones de euros, mientras que no clasificar para las rondas finales de la competición restaba un 10% de los ingresos pactados. Además, el equipo femenino no estaba incorporado en el contrato anterior, lo que limitaba aún más las oportunidades de ingresos por éxitos deportivos.
Debido a estas restricciones, el ingreso verdadero del Barcelona a lo largo de las últimas temporadas se vio reducido a unos 60 millones de euros anuales, una cifra que el actual presidente, Joan Laporta, consideraba insuficiente, especialmente en un mercado donde marcas competidoras como Puma estaban ofreciendo hasta 100 millones anuales. Esto llevó al club a tener que considerar la opción de rescindir unilateralmente el contrato con Nike debido a múltiples incumplimientos por parte de la marca, así como problemas legales relacionados con el incumplimiento de бонусов por ventas.
En medio de esta incertidumbre, a finales de marzo de 2023, Laporta expuso su intención de finalizar el vínculo tras argumentar que Nike no cumplía con los términos acordados. Como respuesta, Nike tomó medidas legales que llevaron a una resolución favorable para la marca, dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, que impidió al Barcelona rescindir el contrato o negociar con otra marca. Sin embargo, en el nuevo acuerdo, se han eliminado las penalizaciones previas, lo que adapta el marco financiero de modo más favorable para el club.
Una de las novedades más destacadas de este nuevo contrato es, por primera vez en la historia del Barcelona, la inclusión de un bonus adicional que se activará si el equipo femenino logra ganar la Liga de Campeones. Esta adición reflejano sólo un movimiento hacia la equidad en el deporte, sino también la creciente importancia y éxito del fútbol femenino, un área en la que el Barcelona ha visto un crecimiento considerable en los últimos años, tanto en términos de popularidad como de rendimiento.
El nuevo contrato, que podría alcanzar un ingreso total de hasta 1.700 millones de euros hasta 2038, se estructura en dos tramos de pago. En el primero, que abarca desde ahora hasta 2028, se espera que los 60 millones actuales se incrementen con 48 millones adicionales, totalizando así 108 millones anuales. En el segundo tramo, que va desde 2028 hasta 2038, se prevé una mejora incremental que oscilará entre 58 y 60 millones anuales sobre los 60 millones actuales. Ambas fases incluirán una prima de renovación pactada de 100 millones, aunque esta cantidad se prorrateará a lo largo de los años, lo que podría complicar su efecto en el fair play económico y la inscripción de nuevos jugadores.
Es crucial que el Barcelona presente estos acuerdos de forma efectiva para poder cumplir con las normativas de LaLiga y mejorar su situación financiera. Actualmente, la inscripción de jugadores como Dani Olmo está condicionada a cumplir ciertos requisitos; por lo tanto, la directiva se enfrenta a un desafío significativo dado que parte de la prima de los 100 millones no se cobrará de inmediato. Además, los responsables del club reconocen que, para poder alcanzar la normativa 1-1, será necesario cerrar más acuerdos de inversión, especialmente con el proyecto Barça Vision, en el cual se esperaba generar 200 millones en ingresos, pero que hasta ahora solo ha ingresado 55 millones.
A pesar de las dificultades económicas que enfrenta el club, la directiva ha visto esta renovación como una forma de estabilizar la situación financiera del Barcelona, y está optimistamente enfocada en que, junto al acuerdo de patrocinio con Spotify, la combinación de ambos contratos ayudará a proporcionar una inyección de liquidez muy necesaria. Además, se proyecta que la culminación de las obras en el Spotify Camp Nou generará ingresos adicionales de hasta 350 millones al año a partir de 2026, lo que sería un alivio significativo para las finanzas del club.
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Con esta renovadora asociación con Nike, el FC Barcelona no solo busca aumentar sus ingresos y revitalizar sus finanzas en un corto plazo, sino también asentarse de manera firme en el futuro del fútbol, capitalizando el éxito tanto del equipo masculino como del femenino, y buscando siempre adaptarse a las nuevas realidades del mercado deportivo.