En la moda, los colores son mucho más que simples tonalidades en las prendas; son una expresión de nuestra personalidad, un reflejo de nuestras emociones y, sin lugar a dudas, el lenguaje universal que habla de tendencias y estilos en constante evolución. Con cada nueva temporada, las pasarelas y las calles se tiñen de nuevos matices que capturan la esencia del momento. Para esta primavera-verano de 2025, hay cuatro colores predominantes que prometen redefinir nuestra forma de vestir: los colores ‘candy’, el marrón, el azul muy oscuro y la eterna combinación del blanco y negro. Cada uno de estos tonos no solo aporta un aire fresco y vibrante a los looks veraniegos, sino que también ofrece una versatilidad inigualable, permitiendo que cada persona encuentre su propia manera de integrarlos en su armario.
Vea también: Tokio: la revolución del street style
Los colores ‘candy’, también conocidos como tonalidades pastel, marcan el inicio de esta nueva temporada con su dulzura y ligereza. Esta gama cromática incluye suaves rosas, azules y amarillos que evocan un sentido de nostalgia y romanticismo, características que parecen estar en alta demanda para la primavera y el verano. Se ha observado que estos tonos, aunque inicialmente pueden parecer infantiles, tienen la capacidad de transformarse en elegantes opciones para cualquier ocasión. Las marcas han aprovechado esta dulzura para presentar vestidos de línea fluida y prendas de corte moderno que combinan la ternura de los pasteles con la frescura de los patrones contemporáneos. El rosa claro, en particular, se erige como el rey de los colores ‘candy’, presentándose en versiones tanto pálidas como más saturadas, como el rosa chicle. Este último no solo aporta un giro divertido sino que también simboliza un espíritu juvenil y audaz que se adapta a múltiples estilos. La clave para llevar estos colores radica en la combinación de distintas tonalidades, creando looks armónicos y dinámicos, aptos para cualquier ocasión.
Al pasar a la esfera de los tonos más sobrios, el marrón surge como un color sorprendente para la temporada. Tradicionalmente asociado a la transición del otoño y el invierno, este tono se reinventa en la primavera-verano con matices que recuerdan a la deliciosa repostería. Aquí, el marrón no es un simple color, sino una paleta de tonalidades que incluye el chocolate, el caramelo y, sobre todo, el mocha mousse, el cual ha sido señalado por Pantone como el color del año 2025. Este marrón suave y cremoso, recuerda al café con leche y proporciona una elegancia cotidiana que puede ser tan informal o formal como la ocasión lo requiera. Además, un aspecto decepcionante que a menudo rodea a los colores oscuros al llegar el calor se desvanece, ya que el marrón se adapta perfectamente a diversas prendas, desde trajes de chaqueta hasta vestidos ligeros, permitiendo que cada pieza se destaque. Sin duda, este color es una elección que se podrá llevar a cualquier hora del día, convirtiéndose en un elemento básico del armario que es igualmente adecuado para un día en la oficina o una noche de fiesta. La recomendación para quienes eligen el marrón es hacerlo en tejidos que aporten luminosidad, utilizando detalles como brillos sutiles o terminaciones en charol que aseguran que el estilismo no solo sea atractivo, sino también versátil y moderno.
Por otro lado, el azul oscuro, introducido en la lexicografía de la moda como «future dusk», redefine nuestra percepción de los tonos oscuros durante la temporada cálida. Este color, que se desliza entre el azul y el morado, es una opción sofisticada que desafía la idea tradicional de que debemos abandonar los tonos profundos en favor de colores más claros. Se convertirá en un aliado esencial durante las primeras semanas de primavera, cuando aún nos enfrentamos a días frescos. Su versatilidad es notable; desde vestidos elegantes hasta prendas más casuales, el azul oscuro aporta un aire de refinamiento que es difícil de resistir. Con el regreso de estilos nauticos, el azul oscuro se presenta como una excelente alternativa al clásico negro, ofreciendo profundidad y un aire contemporáneo. La mezcla de este tono con prendas de diferentes texturas y estilos no solo moderniza el armario, sino que también proporciona una opción fresca para quienes buscan un look más serio y sobrio, ideal para eventos formales.
Finalmente, no podemos pasar por alto la inquebrantable combinación del blanco y negro. Aunque a menudo se percibe como un esquema básico, su permanencia en la moda es testimonio de su atemporalidad y versatilidad. Este dúo clásico vuelve a la carga, y su popularidad nunca se desvanece, lo que significa que es probable que siempre contamos con él entre nuestras opciones. La primavera-verano de 2025 invita a los diseñadores a jugar con esta combinación de maneras creativas, ya sea mediante el uso de estampados. Desde rayas y lunares hasta patrones más complejos como el animal print, el blanco y negro ofrece innumerables posibilidades de estilo. Una forma popular de aprovechar esta tendencia es a través del color block, donde las piezas monocromáticas interactúan entre sí para crear una imagen llamativa sin esfuerzo. Este enfoque no solo realza la elegancia inherente de la paleta sino que también nos permite expresar nuestra individualidad al mezclar y combinar distintas texturas y estilos.
Vea también: Nike registra caída del 32% en beneficios
Al final, el vestuario de primavera-verano de 2025 se presenta como un panorama vibrante y diverso donde los colores juegan un papel fundamental en la creación de looks únicos y memorables. Desde los dulces colores ‘candy’ que evocan la nostalgia, pasando por los elegantes tonos marrones y el sofisticado azul oscuro, hasta la inagotable y clásica combinación de blanco y negro, cada color trae consigo una nueva perspectiva, una nueva forma de expresión, que refleja no solo las tendencias del momento, sino también nuestra propia evolución personal a lo largo de las estaciones. Al incorporar estas paletas cromáticas en nuestro armario, no solo nos estamos alineando con las últimas tendencias, sino que también estamos reafirmando nuestra capacidad para adaptarnos y brillar en un mundo que siempre está en constante cambio. Así, al descubrir y explorar estos colores, no solo estamos actualizando nuestro estilo, sino que también nos estamos permitiendo llevar una parte de las tendencias actuales en nuestra vida diaria, conectando nuestras elecciones personales con el latido del mundo de la moda.