Benetton se encuentra en una encrucijada crítica tras cerrar el último ejercicio con un resultado neto negativo que alcanzó hasta 230 millones de euros. Este contexto de pérdidas millonarias ha llevado a la compañía italiana de moda a implementar un plan estratégico ambicioso para reducir a la mitad dichas pérdidas antes de concluir el año 2025. Bajo la dirección de Claudio Sforza, quien asumió el cargo de consejero delegado en mayo de 2024, Benetton está buscando un reequilibrio urgente en sus finanzas. El objetivo es llevar las pérdidas de 230 millones a solo 60 millones en un año, reflejando un enfoque proactivo para revertir la tendencia negativa que ha caracterizado a la empresa en los últimos tiempos. Este esfuerzo no solo es crítico para la supervivencia de la marca, sino también para restaurar la confianza de inversores y stakeholders.
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La trayectoria reciente de Benetton ha estado marcada por una crisis financiera y de gestión, evidenciada por la dimisión de Luciano Benetton, quien admitió un «agujero» presupuestario alarmante de cien millones de euros. Esta reestructuración en el liderazgo incluye la reciente salida del director creativo Andrea Incontri, lo que refleja una inestabilidad en la dirección creativa que Benetton ha estado enfrentando. Este cambio también ha llevado a que el equipo interno asuma el diseño y la creatividad, lo que podría ser tanto un desafío como una oportunidad para reintegrar la marca a sus raíces. Con estos cambios, Sforza ha comenzado a trazar un nuevo camino estratégico, recurriendo a una combinación de contundentes recortes de gastos y el desarrollo de iniciativas innovadoras para reactivar la imagen y las operaciones de la empresa.
En este intento por revitalizar Benetton, Sforza ha promovido una reestructuración de la dirección en la cual se han nombrado nuevos líderes para áreas clave como compras, finanzas y ventas, aunque aún se está en la búsqueda de un director de marketing. Esta reconfiguración del equipo directivo es un paso decisivo para abordar las deficiencias estructurales y operativas que han agobiado a la compañía. A través de un análisis exhaustivo de los puntos fuertes y débiles de Benetton, la estrategia incluirá la identificación de tiendas no rentables que podrían ser cerradas para minimizar pérdidas y permitir una concentración de recursos en las tiendas insignia que posean un potencial de desarrollo más prometedor.
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Además, Benetton ha activado un plan de recuperación de créditos en canales indirectos y puntos de venta, ampliando su enfoque hacia la sostenibilidad financiera. Esto incluye la revisión de contratos de suministro existentes y la reorganización de procesos internos con el fin de reducir costos operativos. Este enfoque de reingeniería es esencial para asegurar que Benetton no solo mejore su situación financiera a corto plazo, sino también que establezca un marco sostenible para un crecimiento a largo plazo. A medida que la marca intenta navegar por esta turbulenta fase de transformación, la clave del éxito radicará en su capacidad para adaptarse, innovar y reconectar con su base de clientes, aprovechando su legado mientras desarrolla una nueva visión para el futuro. En un mercado de la moda que evoluciona rápidamente, la habilidad de Benetton para mitigar pérdidas y regresar a una senda de rentabilidad será determinante para su lugar en una industria altamente competitiva.