Benetton, una reconocida empresa de moda italiana, se encuentra en medio de una serie de cambios y desafíos en su estructura organizativa y financiera. El actual consejero delegado, Claudio Sforza, ha propuesto un Contrato de Solidaridad que implica una significativa reducción de jornada del 40% para 375 empleados que trabajan en las oficinas de Ponzano Veneto y Villorba. Esta medida, que busca evitar despidos en medio de dificultades económicas, ha sido recibida con rechazo por parte de los sindicatos, generando tensiones en la empresa.
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Este no es el primer intento de Benetton de implementar un acuerdo de este tipo, ya que en el año 2002 también se aplicó un Contrato de Solidaridad a 756 empleados en otra coyuntura desafiante para la compañía. La propuesta de ajuste salarial se enmarca en un contexto en el que Benetton reportó pérdidas netas de 230 millones de euros al cierre del año 2023, lo que ha llevado a la necesidad de tomar medidas para reestructurar y reducir costes.
Además, la renuncia de Luciano Benetton, cofundador de la empresa, en mayo pasado tras sentirse «traicionado» por su equipo directivo, ha marcado un punto de inflexión en la dirección de la compañía. El nombramiento de Claudio Sforza como nuevo consejero delegado, en reemplazo de Massimo Renon, ha sido parte de los cambios en el liderazgo de la empresa.
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Por otro lado, Luciano Benetton, a sus 89 años, ha vuelto a involucrarse activamente en la gestión de la empresa después de haberla dejado en manos de otros familiares en 2012. Su regreso en 2018 con la intención de «reactivar» el negocio evidencia el profundo interés y compromiso que tiene con la empresa que ayudó a construir. Estos acontecimientos reflejan un momento de transformación y reestructuración en Benetton en busca de superar los desafíos actuales y recuperar su posición en el mercado de la moda.