Tendencias de moda de 2024 que en 2025 preferiremos guardar en el fondo del armario de Janja Prijatelj ofrece un análisis de las tendencias de moda que dominaron 2024, indicando cuáles se deben dejar atrás en el próximo año. A través de un tono humorístico y a menudo irónico, la autora destaca la naturaleza efímera de ciertas modas, instando a los lectores a reflexionar sobre lo que realmente aportan a su estilo personal y a la funcionalidad de su vestuario. Cada año, el mundo de la moda se basa en la reinvención y la experimentación, y Prijatelj utiliza este contexto para argumentar que algunas tendencias de 2024 fueron más una moda pasajera que reflejos de un estilo duradero.
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Una de las tendencias que Prijatelj critica enérgicamente son los minibolsos. Aunque inicialmente pueden parecer elegantes, su falta de utilidad se vuelve evidente rápidamente. La autora parece frustrada con la idea de llevar un bolso que no puede contener lo esencial y sugiere que en 2025, las mujeres buscarán bolsas más grandes que les permitan llevar todo lo necesario sin sacrificar estilo ni funcionalidad. La moda, en este sentido, debe ofrecer tanto estética como practicidad, y los minibolsos son señalados como un ejemplo de que, a veces, menos no es más.
La moda oversize también recibe un golpe en el análisis. Mientras que el confort es un valor importante en la moda, Prijatelj argumenta que el exagerado uso de prendas oversize en 2024 llevó a los usuarios a parecer como si estuvieran vestidos con ropa que no les pertenecía. Se anticipa un regreso a cortes más bien ajustados, que realcen la figura sin caer en la incomodidad de las prendas restrictivas. Aquí, la autora subraya la importancia de que la vestimenta no solo se vea bien, sino que también se ajuste adecuadamente, algo que los estilos oversize no logran.
Asimismo, la autora aborda la tendencia de los patrones de animales, que considera excesivos y a menudo poco elegantes. En su opinión, esta moda ha ido demasiado lejos, volviéndose casi caricaturesca en ocasiones. Prijatelj plantea que 2025 ofrecerá una oportunidad para explorar patrones más sutiles y elegantes, dejando atrás el estilo salvaje que dominó el armario en 2024. Este enfoque también se aplica a otras modas del año, como los pantalones de cintura baja, que ella critica por ser poco favorecedores y que evocan una nostalgia problemática más que una apreciación estilística genuina.
La autora también menciona la obsesión por los materiales traslúcidos y la estética Barbiecore, que inundaron las pasarelas y las calles en 2024. Con respecto a los materiales traslúcidos, señala que aunque atrajeron atención, su funcionalidad es a menudo limitada y es poco probable que se utilicen en contextos más allá de una primera impresión. En cuanto a Barbiecore, se sugiere que la explosión de rosa y glamurosidad infantil fue divertida pero no sostenible para un gusto más maduro, abogando por una paleta de colores más sofisticada y adulta en 2025.
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Una nota de optimismo sobre la moda del futuro. Prijatelj señala que el año 2025 se centrará en la elegancia, la funcionalidad y la sofisticación, animando a los lectores a adoptar un enfoque más reflexivo sobre lo que eligen vestir. Al despedirse de las tendencias de 2024, la autora no solo celebra la innovación, sino que también vuelve a subrayar la importancia del humor y la diversión en la moda. El mensaje es claro: la moda debe ser un reflejo de uno mismo, conjugando lo que es estéticamente agradable con lo que aporta verdadero valor y confort.