La relación comercial entre Perú y Estados Unidos ha sido un pilar fundamental para el crecimiento económico del país sudamericano, a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado en 2009, ambos países han fortalecido sus lazos económicos, permitiendo un intercambio fluido de bienes y servicios que beneficia a miles de empresas y trabajadores.
Estados Unidos se ha consolidado como uno de los principales socios comerciales de Perú. En 2024, las exportaciones peruanas hacia el mercado estadounidense representaron más del 12% del total global, destacándose productos como textiles, café y productos agroindustriales. Este vínculo ha sido clave para diversificar la economía peruana y generar empleo en sectores estratégicos.
Sin embargo, el panorama actual presenta desafíos. El reciente anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la imposición de nuevos aranceles globales, conocido como el «Día de Liberación,» ha generado incertidumbre entre los empresarios peruanos. Según la Asociación de Exportadores (ADEX), estas medidas podrían impactar negativamente en sectores clave como la agroindustria y los textiles.
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A pesar de estas preocupaciones, el gobierno peruano ha reafirmado su compromiso con el comercio bilateral. La Cancillería y el sector privado trabajan en conjunto para evaluar el impacto de los nuevos aranceles y buscar soluciones que minimicen las afectaciones. Este esfuerzo refleja la importancia estratégica de mantener una relación sólida con Estados Unidos.
Por otro lado, los empresarios peruanos ven en esta coyuntura una oportunidad para diversificar sus mercados. Si bien Estados Unidos sigue siendo un socio crucial, explorar nuevas regiones como Asia y Europa podría reducir la dependencia y abrir nuevas oportunidades de negocio para las exportaciones peruanas.
El sector privado también apuesta por la innovación y la sostenibilidad como herramientas para mantenerse competitivo. Iniciativas como la adopción de tecnologías avanzadas y la certificación de productos sostenibles pueden ayudar a las empresas peruanas a destacar en un mercado global cada vez más exigente.
Además, el TLC entre ambos países sigue siendo un marco clave para proteger los intereses comerciales de Perú. Este acuerdo garantiza condiciones favorables para el comercio bilateral, lo que podría mitigar algunos de los efectos negativos de las políticas arancelarias anunciadas por Trump.
En términos económicos, la relación comercial con Estados Unidos no solo beneficia a las grandes empresas, sino también a miles de pequeños productores que encuentran en este mercado una plataforma para crecer y prosperar. Este vínculo es un ejemplo de cómo el comercio internacional puede impulsar el desarrollo inclusivo.
Aunque el anuncio de nuevos aranceles plantea retos significativos, Perú sigue celebrando su relación comercial con Estados Unidos como un motor de crecimiento y desarrollo. Adaptarse a este nuevo contexto será esencial para fortalecer aún más esta alianza estratégica y garantizar un futuro próspero para ambos países.
Source: infobae