La prestigiosa marca de moda Dior, parte del gigante del lujo LVMH, ha estado bajo escrutinio recientemente debido a su manejo de la divulgación de la cadena de suministro y sus declaraciones relacionadas con la sostenibilidad.
Hasta el mes pasado, Dior no había cumplido con las obligaciones de divulgación establecidas por la legislación británica. Esta ley exige que las empresas con una facturación en el Reino Unido de más de 36 millones de libras (aproximadamente 46 millones de dólares) publiquen declaraciones anuales en sus sitios web. Estas declaraciones deben detallar las medidas que están tomando para combatir el trabajo forzoso en sus operaciones y cadenas de suministro a nivel mundial.
En su sitio web del Reino Unido, Dior mostraba una declaración contra la esclavitud basada en datos de 2020. Además, presentaba una certificación de sostenibilidad que ya no era válida. Esta certificación había sido cancelada hace más de un año. La revisión de archivos realizada por Reuters reveló esta discrepancia.
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La autoridad italiana de defensa de la competencia está investigando a Dior y a la marca italiana Armani. Se sospecha que ambas marcas engañaron a los consumidores sobre su compromiso con la artesanía y la responsabilidad social. La investigación destapó posibles condiciones similares a la explotación laboral en algunos contratistas italianos.
LVMH y los Juegos Olímpicos de París
LVMH, valorado en 345.000 millones de dólares, está recibiendo un impulso de marketing global como patrocinador principal de los Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, la atención se ha centrado en Dior debido a estas controversias.
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Amundi, uno de los principales gestores de activos de Europa, y otros inversores han instado a LVMH a tomar medidas más agresivas para controlar el trato de sus proveedores hacia los trabajadores.
Dior enfrenta desafíos en su divulgación de la cadena de suministro y debe abordar las preocupaciones sobre su compromiso con la sostenibilidad y las condiciones laborales. La transparencia y la acción son cruciales para mantener la confianza del público y cumplir con las expectativas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).