Conoce las dinastías del lujo europeo que dominan el mercado, el mundo de la moda y la belleza de lujo está dominado por un puñado de familias que han construido imperios que abarcan desde bolsos de Louis Vuitton o Hermès hasta fragancias de Armani. Estas empresas, con nombres como LVMH, Hermès, L’Oréal o Kering, tienen una larga historia familiar, donde las tradiciones y el legado se han transmitido de generación en generación.
LVMH, la firma presidida por Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo, es un ejemplo de este tipo de empresas. A finales de la década de los 80, la compañía francesa decidió profesionalizar el negocio colocando parte del capital en bolsa. Esta decisión, que también han tomado otras familias como los Hermès, Bettencourt o Pinault, ha permitido a estas empresas crecer y consolidarse en el mercado global.
Las sagas familiares siguen muy presentes en el capital de las compañías que fundaron, aunque no todas tengan ya participaciones mayoritarias. De media, el 51% del capital ya no está en sus manos. Sin embargo, familias como los Hermès conservan una mayoría, con un 66,7% de las acciones del grupo que lleva su apellido.
En cambio, los Arnault cuentan con algo menos del 49% del capital de LVMH y han permitido que más del 51% circule libremente en bolsa. Detrás de Kering, la firma que aglutina marcas como Gucci, Bottega Veneta o Balenciaga, se encuentra la familia Pinault, con un 42,2% del capital del grupo.
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L’Oréal, por su parte, tiene un esquema accionarial diferente. Francoise Bettencourt Meyers, la nieta del fundador de la firma y la mujer más rica del mundo, mantiene, junto a su familia, una participación del 34,7% en la empresa. No obstante, tiene aún tres puestos en el consejo. La firma encontró en Nestlé un accionista de referencia que lleva 50 años en el capital, con algo más del 20% y dos puestos en el consejo.
Puig, la empresa española de fragancias y moda, también se suma a este grupo de empresas familiares. La compañía, fundada en 1914 por Antonio Puig, trabaja en una salida a bolsa prevista para el próximo 3 de mayo. La familia Puig no perderá el control de la compañía, ya que han diseñado una estructura en la que habrá dos tipos de acciones, A y B, donde las segundas, las que sacarán a bolsa, tendrán menos derechos de voto.
La historia de Puig es un claro ejemplo del éxito de las empresas familiares en el sector del lujo. La compañía catalana ha sabido reinventarse a lo largo de los años y ahora cuenta con un catálogo de 17 marcas que van desde el lujo con Carolina Herrera o Rabanne hasta el premium beauty con firmas como Charlotte Tilbury, Nina Ricci o Byredo.
A las puertas de su salida a bolsa, Puig tiene ante sí el espectacular crecimiento que han experimentado las compañías que le precedieron en su salto al parqué. L’Óreal, LVMH, Kering y Hermès han visto cómo sus acciones se han revalorizado en bolsa en miles por ciento, lo que les ha permitido consolidarse como líderes en el mercado global del lujo.
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La salida a bolsa de Puig podría ser un nuevo hito en la historia de las empresas familiares del sector del lujo. La compañía catalana tiene todas las papeletas para convertirse en un nuevo referente en este mercado, siguiendo los pasos de las grandes dinastías que han dominado el mundo de la moda y la belleza durante décadas.