Nike, una de las marcas más reconocidas en el mundo del deporte y la moda, no siempre ha tenido un camino fácil hacia el éxito, hubo una época en la que la empresa enfrentó desafíos significativos debido a las decisiones tomadas por consultores externos, esta es la historia de cómo casi arruinan a Nike y las lecciones aprendidas de esa experiencia.
En los primeros años de la década de 2000, Nike decidió contratar a una firma de consultoría de renombre para ayudar a optimizar sus operaciones y mejorar su rentabilidad, la idea era que los expertos externos aportarían nuevas perspectivas y soluciones innovadoras para llevar a la empresa al siguiente nivel, sin embargo, las decisiones que tomaron estos consultores tuvieron consecuencias imprevistas y potencialmente desastrosas.
Cuando los consultores se hicieron cargo de Nike, aplicaron su mantra de optimización hasta el límite. El desenlace fue desastroso: la compañía perdió 25 mil millones de dólares en valor de mercado en UN SOLO DÍA, en junio de 2024.
Estos gurús de la eficiencia siguieron al pie de la letra el manual del MBA:
- Despidieron a todos los expertos en categorías «ineficientes».
- Cortaron las relaciones con los minoristas para obtener mayores márgenes directos al consumidor.
- Sustituyeron las icónicas campañas de marca por marketing «basado en datos».
Ver también: Las 10 marcas que dominan el mundo del fitness
El resultado fue que Nike se transformó en una marca de calzado común y corriente. Descubrieron que la relevancia cultural no se puede alcanzar con una hoja de cálculo.
Lo más asombroso es que el exdirector ejecutivo de Nike había pasado 23 años en Bain antes de unirse a la empresa. ¿Y cuál fue su receta para revertir la caída de las ventas? ¡Más recortes de costos!
Actualmente, Nike cuenta con un veterano de la compañía como director ejecutivo, alguien que realmente comprende la cultura de las zapatillas. Sin embargo, reconstruir una marca es un proceso mucho más largo y complicado que destruirla.
Ver también: Las marcas de ropa deportiva más importantes en las que merece la pena invertir
La lección aquí es clara: cuando los consultores sugieren «optimizar la organización», aférrense a la cultura de la empresa como si su vida dependiera de ello. La historia de Nike es un recordatorio contundente de que no todo puede ser reducido a números y estadísticas. La esencia de una marca es mucho más que sus métricas de eficiencia.
En última instancia, la pasión, la identidad y la conexión emocional con los consumidores son elementos que ninguna fórmula matemática puede reemplazar.
La historia de cómo los consultores casi arruinan a Nike es un recordatorio de que, aunque las asesorías externas pueden ofrecer perspectivas valiosas, es fundamental considerar cuidadosamente sus recomendaciones y no perder de vista la esencia y los valores de la empresa. Nike logró superar esos desafíos y emerger más fuerte, aprendiendo importantes lecciones que han guiado su camino hacia el éxito continuo.