Innovación chilena: Nuevas alternativas alimentarias con impacto en la agricultura
En respuesta a los efectos del cambio climático en la agricultura, el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS) ha desarrollado una serie de productos innovadores en colaboración con pequeños productores de la Región de Valparaíso. Entre estas creaciones destacan un espumante a base de durazno, un helado vegano de golden berry y snacks para mascotas elaborados con huesos de caballo. Estas iniciativas buscan no solo diversificar la oferta de productos locales, sino también mejorar la sostenibilidad y rentabilidad de la agricultura familiar campesina.
Un impulso a la agricultura sostenible
El programa que dio origen a estas innovaciones fue financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso. Uno de los hallazgos clave del estudio que acompaña el proyecto es que el 73% de la producción en las zonas estudiadas está a cargo de mujeres mayores de 55 años, mientras que el 60% de los hogares dependen directamente de la agricultura para su sustento. Pese a las dificultades, el 75% de los productores manifestó interés en explorar nuevas alternativas de producción.
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Según Alejandro Osses, gerente de CREAS, el proyecto confirma que con la capacitación y el respaldo adecuados, los pequeños agricultores pueden desarrollar productos de alto valor agregado y con potencial de comercialización en nuevos mercados.
Un helado vegano con identidad local
Uno de los productos más innovadores de la iniciativa es un helado de golden berry, también conocida como uchuva, elaborado sin ingredientes de origen animal. Berta Aravena, agricultora de Pedegua, en la comuna de Petorca, explicó que optó por cambiar el cultivo de tomates por esta fruta debido a las condiciones climáticas desfavorables. “El tomate se volvió muy difícil de cultivar con la sequía, así que decidí apostar por el golden berry, que necesita menos agua”, comentó.
El helado, desarrollado en conjunto con CREAS, está compuesto por leche de avena, aceite de coco y una alta concentración de fruta. Diego Romero, ingeniero de desarrollo del centro, explicó que el producto es completamente natural, sin colorantes ni conservantes, y está pensado para consumidores que buscan alternativas saludables. “Es un helado cremoso, con un sabor intenso y un toque ácido característico de la fruta. La avena aporta fibra y proteína, mientras que el aceite de coco le da la textura adecuada”, detalló.
Snacks para mascotas: aprovechando los recursos
En la comuna de Llay-Llay, Fernando Beltrán, productor de charqui de caballo, enfrentaba un problema de desperdicio con los huesos de los animales. “No tenía qué hacer con ellos, los quemaba o los usaba como abono”, explicó. Con el apoyo de CREAS, se diseñó un proceso para transformar estos residuos en snacks seguros y masticables para perros.
Los huesos son sometidos a un tratamiento de deshidratación que garantiza su seguridad y prolonga su durabilidad hasta dos años. “Logramos una textura masticable sin comprometer la resistencia del material, asegurando que las mascotas puedan disfrutar del producto sin riesgo”, indicó Romero. Estos snacks se presentan en dos tamaños: grandes (fémur) y medianos (costillas), pensados para perros de distintos tamaños.
Un espumante a base de durazno
Otra de las soluciones innovadoras de este proyecto es un espumante de durazno, pensado para dar valor a los frutos que no cumplen con los estándares comerciales debido a su tamaño reducido. En Putaendo, la Federación Nacional de la Fruticultura Familiar Campesina (Fedafruc) trabajó junto a CREAS para desarrollar este producto, aplicando técnicas similares a las de la industria vitivinícola.
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El proceso de elaboración incluyó la clarificación del jugo, la fermentación para obtener alcohol y una segunda fermentación en botella que generó la carbonatación natural del producto, similar al método champenoise. “Se trata de un espumante de baja graduación alcohólica, con un sabor fresco y afrutado”, destacó Romero. Esta alternativa representa una oportunidad para aprovechar los descartes frutales, ofreciendo una bebida innovadora y sostenible.
Innovación con impacto positivo
El desarrollo de estos productos demuestra que la innovación aplicada al sector agroalimentario puede generar nuevas oportunidades económicas y contribuir a la sostenibilidad. Al mismo tiempo, estas iniciativas fortalecen la agricultura familiar campesina y promueven el uso eficiente de los recursos disponibles.
Este tipo de proyectos reflejan el potencial de la ciencia y la tecnología para transformar la producción de alimentos, adaptándose a las condiciones climáticas cambiantes y respondiendo a las necesidades de los consumidores modernos.