En una noticia que ha generado sorpresa y preocupación entre los entusiastas del automóvil, FIAT ha decidido posponer el lanzamiento del esperado Fiat Grande Panda eléctrico. Este modelo, que se presentó con gran expectativa en el verano de 2023, no llegará a los concesionarios europeos en 2024 como se había previsto. En países como Francia y Suecia, donde ya se habían abierto las reservas, los pedidos han sido congelados indefinidamente. ¿Qué ha llevado a esta decisión tan inesperada?
El motivo principal de esta postergación es la aparición de problemas de software en las primeras unidades del Fiat Grande Panda, que comparte plataforma con el Citroën C3 de cuarta generación. Ambos modelos han experimentado complicaciones en los sistemas de asistencia al conductor, atribuidos a fallos en el software. Estos problemas han sido lo suficientemente graves como para que FIAT y su matriz Stellantis decidan retrasar el lanzamiento hasta 2025.
La plataforma STLA Smart, sobre la cual se basa el Fiat Grande Panda, fue concebida inicialmente para vehículos de bajo coste destinados a mercados emergentes. Sin embargo, las modificaciones necesarias para adaptar los sistemas de asistencia al conductor a los requisitos europeos han sido más complejas de lo esperado. Estos problemas han afectado tanto al Fiat Grande Panda como al Citroën C3, que se produce en Trnava, Eslovaquia.
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El retraso en el lanzamiento del Fiat Grande Panda no solo es un revés económico, sino también estratégico para Stellantis. La falta del modelo en el mercado implica perder terreno frente a competidores como Renault, que avanza con fuerza con su renovado Renault 5. Este modelo rival, que ofrece tecnología avanzada y una propuesta sólida, aprovecha la ausencia del Panda para consolidar su posición en el mercado.
El Fiat Grande Panda, que debía ser una de las principales apuestas de FIAT, ha quedado rezagado frente al Renault 5, ya disponible en una amplia red de concesionarios. Este modelo rival, que ofrece tecnología avanzada y una propuesta sólida, aprovecha la ausencia del Panda para consolidar su posición en el mercado. Mientras tanto, FIAT deberá anunciar los precios de la versión eléctrica a principios de 2025, con entregas previstas a partir de junio de ese año.
El impacto de este retraso no solo afecta a los interesados en el Fiat Grande Panda, sino también a la propia Stellantis, que pierde una buena oportunidad para copar parte del mercado de vehículos eléctricos. La situación genera preocupación en la compañía, que ahora se enfrenta a un nuevo desafío en el competitivo segmento de los coches urbanos. Este retraso supone un revés no solo económicamente, sino también estratégicamente, ya que la falta del Grande Panda en el mercado implica perder terreno frente a competidores como Renault, que avanza con fuerza con su renovado Renault 5.
El Fiat Grande Panda, que debía ser una de las principales apuestas de FIAT, ha quedado rezagado frente al Renault 5, ya disponible en una amplia red de concesionarios. Este modelo rival, que ofrece tecnología avanzada y una propuesta sólida, aprovecha la ausencia del Panda para consolidar su posición en el mercado. Mientras tanto, FIAT deberá anunciar los precios de la versión eléctrica a principios de 2025, con entregas previstas a partir de junio de ese año.
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La postergación del lanzamiento del Fiat Grande Panda eléctrico es una noticia que ha generado sorpresa y preocupación entre los entusiastas del automóvil. Los problemas de software que han surgido en las primeras unidades han obligado a FIAT y Stellantis a retrasar el lanzamiento hasta 2025. Este retraso no solo afecta a los interesados en el modelo, sino que también representa un revés estratégico para la compañía, que pierde una buena oportunidad para copar parte del mercado de vehículos eléctricos.