A tan solo unos días de haber ganado las elecciones presidenciales de 2024, Donald Trump comenzó a intensificar sus planes para aumentar los aranceles con el objetivo de proteger los empleos y la manufactura en Estados Unidos. El presidente electo ha prometido imponer un 25% de aranceles a México y Canadá, además de un 10% adicional a los productos provenientes de China, desde su primer día en el cargo.
Estos planes recuerdan a la política arancelaria agresiva que Trump implementó durante su primer mandato, cuando aplicó aranceles generales a China durante la guerra comercial de dos años. También buscó imponer tarifas sobre los socios comerciales de Estados Unidos en Asia, América del Norte y Europa, incluidos aranceles sobre el acero y el aluminio de México y Canadá.
Con la posibilidad de que se implementen nuevos aumentos de aranceles, Trump asegura estar listo para poner en marcha estas medidas tan pronto como este mes. Ante este panorama, los fabricantes y minoristas están preparando sus cadenas de suministro para un nuevo paisaje comercial, lo que implica cambios significativos. A continuación, se detallan las estrategias que los expertos consideran que las empresas adoptarán para adaptarse a este entorno.
Pre-cargar inventario: una solución a corto plazo
Aunque los nuevos aranceles son prácticamente inevitables, la mayoría de las empresas están evitando realizar cambios radicales en sus cadenas de suministro hasta que se tomen medidas más concretas a nivel federal. Madhav Durbha, vicepresidente del grupo CPG y manufactura de la empresa de tecnología de la cadena de suministro Relex Solutions, explica que la certeza necesaria no estará disponible hasta que Trump asuma el cargo oficialmente.
Una de las tácticas más populares que las empresas ya están empleando es el «frontloading» de importaciones y la acumulación de inventario antes de la toma de posesión de Trump. Jonathan Todd, vicepresidente del grupo de transporte y logística en el bufete de abogados Benesch Friedlander Coplan & Aronoff, señala que esta estrategia ha sido común entre las empresas, que buscan asegurarse de tener productos disponibles antes de que los aranceles entren en vigor.
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Sin embargo, esta no es una solución a largo plazo. Aunque acumular inventarios puede ayudar en el corto plazo, no aborda las implicaciones a largo plazo de los aranceles. Esta estrategia tampoco es adecuada para productos que no son tan estables, como los alimentos, lo que hace que sea más complicado para ciertos sectores.
Diversificación de proveedores y relaciones alternativas
Los aranceles impuestos por las dos administraciones presidenciales anteriores han acelerado el movimiento de las empresas hacia la diversificación de sus fuentes de abastecimiento fuera de China o incluso la eliminación total de sus relaciones comerciales con este país.
Según Todd, las regiones más atractivas para cambiar la producción y el abastecimiento han sido el sudeste asiático, así como México y, en menor medida, Canadá. Países como Vietnam, India, Turquía y algunas partes de Europa, como Polonia, también se han convertido en lugares comunes desde los cuales obtener productos, según Durbha.
El cambio de la producción y el abastecimiento a nuevos países no es tarea fácil. De acuerdo con Todd, puede tomar al menos cinco años cambiar adecuadamente la estructura de abastecimiento de una empresa. Este largo plazo de adaptación implica también desafíos en cuanto a la conformidad con las regulaciones, ya que cada país tiene diferentes normativas que deben ser cumplidas.
El impacto de los cambios a largo plazo
Más allá del largo tiempo de adaptación, trasladar la producción y el abastecimiento a nuevos países significa renunciar a la ventaja de volumen que ofrece el abastecimiento desde un solo país. Además, este cambio viene acompañado de altos costos, como señala Durbha. Establecer operaciones en nuevos países implica una serie de requisitos costosos y una infraestructura que debe ser ajustada para cumplir con las regulaciones locales.
“Si vas a establecer una planta en nuevos países, debes tener en cuenta el cumplimiento normativo, que es muy diferente de, por ejemplo, el cumplimiento normativo en EE.UU. o China”, comenta Durbha. Esto significa que, además de los desafíos logísticos, las empresas deben prepararse para nuevos procesos burocráticos y regulatorios en los mercados extranjeros.
Este tipo de ajustes en las cadenas de suministro es complejo, pero las empresas deben adaptarse rápidamente para evitar los impactos negativos de los aranceles. Con la posibilidad de nuevos aumentos en los aranceles bajo la administración de Trump, las empresas están tomando medidas preventivas para protegerse, mientras se preparan para un futuro incierto en el que las tarifas comerciales podrían seguir aumentando.
La necesidad de anticiparse a los cambios económicos
En resumen, las empresas están tomando una variedad de medidas para adaptarse a las políticas comerciales de Trump. Desde la acumulación de inventarios hasta la búsqueda de nuevos proveedores en diferentes partes del mundo, las estrategias de adaptación varían según las necesidades y los recursos de cada empresa. Sin embargo, ninguna de estas soluciones es definitiva, y los ajustes a largo plazo requerirán una planificación cuidadosa y una evaluación continua de los impactos económicos.
Los cambios en la política comercial que Trump ha propuesto tienen el potencial de transformar drásticamente el panorama de las cadenas de suministro globales. Las empresas, especialmente aquellas que dependen en gran medida de las importaciones de China, están buscando formas de diversificar sus fuentes de abastecimiento para mitigar el impacto de los aranceles. Al mismo tiempo, deben estar preparadas para enfrentar los costos adicionales y los desafíos regulatorios que conlleva cambiar la estructura de abastecimiento de la empresa.
En este contexto, las empresas deberán estar atentas a la evolución de las políticas comerciales y ajustar sus estrategias de forma continua para mantenerse competitivas. La incertidumbre económica y política que rodea los aranceles podría cambiar las reglas del juego para muchas empresas, por lo que la capacidad de adaptarse rápidamente será esencial para garantizar su éxito en el futuro.
En conclusión, las empresas están tomando medidas para afrontar los nuevos aranceles y las políticas comerciales de la administración de Trump. Aunque las soluciones a corto plazo, como la acumulación de inventarios, pueden ser útiles, es necesario un enfoque más a largo plazo que implique la diversificación de proveedores y una mejor planificación de las cadenas de suministro. A medida que la situación económica se desarrolla, las empresas deberán ajustar sus estrategias para mantenerse a la vanguardia y minimizar los efectos de los aranceles en su competitividad y rentabilidad.